El Eje de la Resistencia, liderado por Hezbollah, continúa afirmando «victoria» a pesar de la creciente evidencia de pérdidas significativas en su reciente conflicto con Israel. Esta narrativa, arraigada en una dicotomía de victoria total o extinción, no logra reconciliar las duras realidades sobre el terreno con sus elevados eslóganes y promesas.
Una Tradición de Declarar Victoria
Durante décadas, Hezbollah ha tejido una narrativa de triunfo, presentando las confrontaciones pasadas de 2000 y 2006 como victorias épicas sobre Israel. Los líderes del partido, incluido su Secretario General Naim Qassem, sostienen que la supervivencia en sí misma equivale al éxito. Esta creencia subraya un miedo profundamente arraigado a la extinción que impulsa el mensaje del Eje de la Resistencia, especialmente tras los objetivos no cumplidos como liberar Palestina o limpiar las cárceles israelíes.
Desde el ataque del 7 de octubre de 2023 a Israel, el Eje de la Resistencia ha cambiado su retórica, retratando a Israel como frágil y su supervivencia como improbable. Sin embargo, las realidades sobre el terreno cuentan una historia diferente, con reveses militares y objetivos no cumplidos que eclipsan las supuestas victorias.
Una Visión Estrecha de Victoria y Derrota
La insistencia en enmarcar el conflicto en absolutos—victoria total o derrota total—refleja una cosmovisión que reduce la vida a una lucha binaria. Para el Eje de Resistencia, la victoria no se trata de progreso, prosperidad o incluso de una liberación genuina, sino de mera supervivencia. Por el contrario, la derrota se equipara con la aniquilación existencial, dejando sin espacio para la reflexión, el crecimiento o el reconocimiento de errores.
Esta visión reduccionista ignora las complejidades de la guerra y de la vida misma, reemplazando realidades matizadas con afirmaciones triunfalistas simplistas. A medida que cesan los enfrentamientos militares, la insistencia en la “victoria” a menudo se basa en declaraciones fuera de contexto e interpretaciones selectivas de los eventos.
Contradicciones en el Enfoque del Eje de Resistencia
En contraste con sus declaraciones de victoria, las acciones del Eje de Resistencia sugieren todo menos confianza. Desde la agitación pública hasta la vilificación de críticos, su comportamiento post-conflicto revela una inseguridad subyacente. Los verdaderos vencedores, como muestra la historia, no atacan por desesperación ni niegan pérdidas evidentes—abrazan la realidad y se adaptan.
Las secuelas del conflicto dejan al Eje de Resistencia aislado, no solo geopolíticamente sino ideológicamente. Su énfasis en las armas y la confrontación sobre aspiraciones humanas más amplias lo aliena del ciclo de la riqueza y complejidades de la vida.
Un Llamado a una Evaluación Honesta
Mientras Israel, con sus estrategias militaristas, sigue siendo un actor polarizador y a menudo despiadado, el fracaso del Eje de Resistencia para evolucionar más allá de una narrativa simplista de victoria contra derrota socava su credibilidad. Reducir cada conflicto a una lucha existencial disminuye su capacidad para lograr un progreso significativo o liberación.
El mundo es más que un campo de batalla de victorias y derrotas. La verdadera fuerza radica en confrontar realidades, aprender de los contratiempos y perseguir objetivos más allá de los confines binarios de la guerra.