Los fabricantes de automóviles de Europa enfrentan un futuro sombrío mientras los rivales chinos dominan el mercado de vehículos eléctricos. Los expertos piden una innovación urgente para salvar el sector.
La industria automotriz de la Unión Europea, que alguna vez fue líder mundial, está al borde de la irrelevancia mientras lucha por competir con los rápidos avances de China en tecnología de vehículos eléctricos (EV). Insiders de la industria y responsables políticos advierten que sin una acción inmediata, Europa corre el riesgo de perder su posición en el mercado global, poniendo en peligro los medios de vida de casi 14 millones de trabajadores en todo el continente.
“Necesitamos pasar de una mentalidad defensiva a una que abrace la innovación,” dijo Frank Niederländer, vicepresidente de asuntos gubernamentales de BMW en Europa, en un reciente grupo de trabajo de POLITICO. “Si no lo hacemos, la industria automotriz europea enfrentará un declive irreversible.”
Una Crisis Creciente
El dominio de China en la tecnología de vehículos eléctricos y baterías ha dejado a los fabricantes europeos en apuros. La empresa sueca de baterías Northvolt, que alguna vez fue un faro de esperanza para la innovación europea, se declaró recientemente en bancarrota bajo el Capítulo 11 en EE. UU. después de que fabricantes como BMW se retiraran de contratos debido a la desaceleración de las ventas de vehículos eléctricos.
“Esto es como ver hundirse al Titanic mientras no hacemos nada,” dijo Julia Poliscanova, directora de vehículos en Transport & Environment. Criticó a la UE y a los gobiernos nacionales por no apoyar a startups como Northvolt, que se suponía debían proporcionar alternativas a los proveedores de baterías asiáticos.
Lecciones de China
En un intento por ponerse al día, Europa está considerando adoptar el modelo de empresa conjunta de China, donde las empresas extranjeras comparten tecnología a cambio de acceso al mercado. Sin embargo, las tensiones geopolíticas, como la prohibición de EE. UU. sobre el software chino en vehículos y las posibles salvaguardias de datos de la UE, complican tales asociaciones.
“¿Qué socios serán aceptados en el mercado?” preguntó Niederländer, enfatizando los riesgos de alinearse con empresas chinas mientras se mantiene la seguridad y la soberanía.
El Camino a Seguir
Los responsables de políticas están instando a la UE a tomar medidas audaces, como utilizar su presupuesto de €1.2 billones para siete años para invertir en cadenas de suministro críticas y tecnologías verdes. El eurodiputado francés Thomas Pellerin-Carlin subrayó la necesidad de que Europa se prepare para la volatilidad política global, particularmente a la luz de las políticas de “América Primero” de Donald Trump y las ambiciones de China en Taiwán.
La UE también podría inspirarse en la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., que ha provocado una ola de inversiones en vehículos eléctricos y baterías en el país. “Europa necesita crear una dinámica similar para evitar quedarse aún más atrás,” dijo Niederländer.
Para revivir su sector automotriz, Europa debe cambiar su enfoque de la sobre-regulación a la implementación de objetivos climáticos existentes mientras fomenta la innovación. Los expertos coinciden en que el futuro económico del bloque depende de si puede enfrentar estos desafíos y reafirmarse como un líder en la industria automotriz global.