En una comunicación rara y de alto riesgo, el Jefe del Estado Mayor General de Rusia, el General Valery Gerasimov, advirtió directamente al Presidente del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., el General Charles Q. Brown, sobre las próximas pruebas de misiles hipersónicos en el Mediterráneo oriental. La llamada, que tuvo lugar el 27 de noviembre, destaca el estado frágil de las relaciones entre EE. UU. y Rusia en medio de las crecientes tensiones por el conflicto en curso en Ucrania.
La llamada, iniciada por Gerasimov, permaneció sin divulgar hasta que surgieron informes de los medios días después. Durante la conversación, el general ruso solicitó que los barcos de la Marina de EE. UU. en la región evitaran el área de pruebas de misiles, señalando un esfuerzo por prevenir un enfrentamiento directo entre las dos potencias nucleares.
Pruebas de Misiles Hipersónicos en una Zona Estratégica
Poco después de la llamada, el ministerio de defensa de Rusia confirmó pruebas exitosas de misiles que involucraban misiles hipersónicos Zircon lanzados desde las fragatas Admiral Gorshkov y Admiral Golovko. Además, el submarino Novorossiysk lanzó un misil de crucero Kalibr, mientras que un misil Onyx fue disparado desde la costa del Mediterráneo. Estas armas, capaces de evadir sistemas de defensa avanzados, alcanzaron sus objetivos, según funcionarios rusos.
Las pruebas ocurrieron en un área geopolíticamente sensible donde las fuerzas estadounidenses mantienen una fuerte presencia, incluidos barcos anfibios y destructores equipados con sistemas de defensa de misiles estacionados cerca de Israel. Moscú también desplegó más de 1,000 tropas, diez barcos y 24 aviones durante ejercicios militares del 1 al 3 de diciembre, subrayando su posición estratégica en la región a través de su base naval en Tartus, Siria.
Narrativas Contradictorias
Las tensiones entre Washington y Moscú se han visto aún más infladas por la aprobación de Estados Unidos de sistemas de misiles tácticos de largo alcance (ATACMS) para Ucrania. El presidente ruso Vladimir Putin ha sugerido que los recientes ataques con misiles contra Ucrania fueron una respuesta a esta decisión. Sin embargo, funcionarios estadounidenses, citando comentarios de Gerasimov, informaron que el ataque fue planeado “mucho antes” del despliegue de los ATACMS.
Esta divergencia en las narrativas añade incertidumbre en torno a las acciones y intenciones militares de Moscú. Para agravar estas preocupaciones, Rusia revisó recientemente su doctrina nuclear, disminuyendo el umbral para el uso de armas nucleares, un movimiento que ha alarmado a los líderes occidentales.
Un Canal de Comunicación Frágil
La llamada entre el Gral. Brown y el Gral. Gerasimov, la primera desde que Brown asumió su cargo, fue descrita como un intento raro de abordar las crecientes tensiones y evitar errores de cálculo. El Capitán Jereal Dorsey, portavoz del Gral. Brown, confirmó que la conversación abarcó “cuestiones de seguridad global y regional, incluido el conflicto en Ucrania.”
Aunque el Pentágono no ha elaborado más al respecto, el diálogo subraya la naturaleza precaria de las relaciones entre EE. UU. y Rusia. Los observadores consideran que estas comunicaciones limitadas son esenciales para gestionar los riesgos de escalada accidental entre dos adversarios fuertemente armados con armas avanzadas.
Aumento de tensiones, paz frágil
A medida que Moscú muestra sus capacidades militares en el Mediterráneo y revisa sus políticas estratégicas, las relaciones entre EE. UU. y Rusia continúan tensándose bajo el peso del conflicto en Ucrania. Aunque llamadas como la que tuvo lugar entre Brown y Gerasimov ofrecen un estrecho salvavidas para la diplomacia, también destacan el riesgo siempre presente de un error de cálculo en un panorama global cada vez más volátil.