Jannik Sinner, la estrella en ascenso del mundo del tenis, ha sido elogiado por sus impresionantes actuaciones, a menudo siendo comparado con figuras como Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal. Sin embargo, su reciente escándalo de dopaje y la posterior suspensión han puesto su camino hacia la grandeza bajo escrutinio. La revelación en 2024 de su prueba positiva por la sustancia prohibida clostebol ha llevado a discusiones contrastantes sobre la equidad y el apoyo al joven italiano.
El viaje de Sinner hacia el estrellato comenzó con una victoria contundente sobre Alexander Zverev en las finales del Abierto de Australia. El triunfo fue tan notable que Zverev comparó a Sinner con Djokovic en su apogeo. La leyenda de la WTA, Chris Evert, también destacó la madurez y la compostura del juego de Sinner, comparándolo con Federer y Nadal durante sus años formativos.
La saga del dopaje se desarrolló cuando Sinner dio positivo por clostebol en el BNP Paribas Open en marzo de 2024. La Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) inicialmente lo absolvió por «no culpa ni negligencia» en agosto de 2024. Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) apeló la decisión, lo que resultó en la suspensión de Sinner por tres meses. El caso fue inicialmente anunciado para ser escuchado en abril, pero se retrasó, con el abogado general de WADA, Ross Wenzel, afirmando que la agencia está «ciega al calendario».
El manejo del caso de Sinner ha provocado controversia entre jugadores y aficionados, con afirmaciones de parcialidad y favoritismo. El ex-profesional de la ATP, Georges Goven, echó leña al fuego, comparando el caso de Sinner con el de Rafael Nadal, quien a pesar de haber sido sometido a pruebas más de 400 veces, nunca ha devuelto un resultado positivo.
Mientras que la destreza de Sinner en la cancha a menudo ha sido comparada con la de grandes del tenis como Djokovic y Federer, su escándalo de dopaje amenaza con empañar su creciente legado – a diferencia de las leyendas mencionadas que han mantenido sus récords limpios. Goven argumentó que a pesar del carisma y el impresionante juego de Sinner, el hecho es que ha dado positivo en dos ocasiones, un destino que nunca ha recaído sobre Nadal.
Sin embargo, es notable que Nadal también enfrentó su parte de controversias. En 2012, fue acusado por la exministra de deportes francesa Roselyne Bachelot de usar un descanso por lesión de siete meses para encubrir un resultado positivo en un test de drogas. Nadal defendió su honor presentando una demanda por difamación contra Bachelot, ganando posteriormente el caso y donando la compensación a la caridad, reforzando así su compromiso con el deporte limpio.
A pesar del escándalo de dopaje, Nadal ha mostrado su apoyo a Sinner. Durante una entrevista con El Hormiguero, Nadal declaró su confianza en la decisión de los organismos reguladores y expresó su creencia en la inocencia de Sinner.
Curiosamente, la defensa de Sinner se centró en la afirmación de que la sustancia prohibida había entrado en su sistema accidentalmente debido a un spray utilizado por su fisioterapeuta durante un masaje. La ITIA aceptó esta explicación, dictaminando que Sinner no violó intencionalmente ninguna regulación de dopaje. A pesar de la exoneración inicial, Sinner aceptó una suspensión de tres meses desde el 9 de febrero hasta el 4 de mayo de 2025, tras un acuerdo con la WADA.
Con el Abierto de Francia de 2025 en el horizonte, se anticipa con entusiasmo el regreso de Sinner a la cancha. ¿Podrá superar el contratiempo y continuar su racha ganadora? Solo el tiempo lo dirá.