TAIPEI—En una escalofriante revelación de espionaje y traición, cuatro soldados taiwaneses, incluidos tres encargados de salvaguardar la Oficina Presidencial, han sido acusados de filtrar información militar clasificada a China. El escándalo subraya las crecientes amenazas a la seguridad de Taiwán a medida que Pekín intensifica sus esfuerzos por socavar la soberanía de la isla.
Un Trabajo Interno: Espías en las Sombras Presidenciales
Los soldados acusados incluyen a tres miembros de la unidad de seguridad de élite asignada a proteger la Oficina Presidencial de Taiwán y a un cuarto individuo del comando de información crítica y telecomunicaciones del ministerio de defensa. Los fiscales alegan que el grupo utilizó sus teléfonos móviles personales para capturar y transmitir documentos clasificados a agentes chinos, recibiendo pagos que oscilan entre NT$260,000 y NT$660,000 (de $8,000 a $20,000) según la sensibilidad de la información filtrada.
“Estas acciones son una vergüenza para el uniforme y una traición al pueblo taiwanés”, dijo el portavoz presidencial Wen Lii, condenando los actos como traicioneros. Los acusados enfrentan cargos de corrupción y violación de las leyes de seguridad nacional, con posibles penas de hasta siete años de prisión.
La Campaña Implacable de Infiltración de China
Este caso se suma a una lista creciente de incidentes de espionaje mientras China continúa su agresiva campaña para infiltrarse en Taiwán. Pekín considera a Taiwán como una provincia separatista y ha prometido ponerla bajo su control, utilizando una mezcla de tácticas políticas, militares y encubiertas.
“China ha empleado durante mucho tiempo diversos métodos para infiltrarse, coaccionar y suprimir a Taiwán”, declaró Lii. “Estas acciones son un intento directo de dividir y destruir la democracia y las libertades arduamente ganadas del pueblo taiwanés.”
Espionaje por Beneficio
Los incidentes ocurrieron supuestamente entre 2022 y 2024, pero la pista de la traición salió a la luz solo después de una alerta al ministerio de defensa en agosto. Para entonces, tres de los soldados ya habían sido dados de baja, mientras que el cuarto fue suspendido a la espera de una investigación.
Los fiscales no han revelado la naturaleza exacta de los materiales filtrados, pero la gravedad de los cargos destaca los graves riesgos que plantean las violaciones. Los pagos realizados a los acusados, aunque significativos, palidecen en comparación con las posibles pérdidas estratégicas para la defensa de Taiwán.
Una Nación en Alta Alerta
El ministerio de defensa ha etiquetado a los acusados como “traidores y fuera de la ley”, reafirmando su compromiso de contrarrestar las amenazas de espionaje. “La campaña de infiltración del Partido Comunista Chino en nuestra contra nunca ha cesado”, dijo el ministerio en un comunicado. “Continuaremos fortaleciendo la educación en contrainteligencia para proteger nuestra patria.”
Este caso sigue a un incidente de alto perfil similar en septiembre, cuando un ex instructor de la fuerza aérea fue condenado a 17 años de prisión por ayudar a China y filtrar secretos militares. Estos incidentes exponen la persistente amenaza del espionaje y destacan las vulnerabilidades dentro de las filas militares de Taiwán.
Un Llamado a la Unidad y la Vigilancia
En una advertencia severa, Lii hizo un llamado tanto a civiles como a personal militar para unirse contra las amenazas internas. “Si un oficial o soldado comete traición por beneficio personal, es una desgracia que debe ser enfrentada con una severa condena y consecuencias legales,” dijo.
A medida que Taiwán enfrenta crecientes presiones externas y traiciones internas, el liderazgo de la isla está instando a su pueblo a permanecer vigilante. El costo de la complacencia, advierten, podría ser la erosión de las libertades y la democracia que Taiwán ha luchado tan arduamente por preservar.