En una escalada dramática de las tensiones regionales, Taiwán ha lanzado ejercicios de preparación para el combate tras el despliegue sin precedentes de aproximadamente 90 buques navales y de guardacostas por parte de China en aguas que rodean Taiwán, las islas japonesas del sur y los mares de China Oriental y Meridional. Esto marca la mayor operación naval china en los últimos meses y ocurre en medio de un aumento de la fricción política y militar.
Medidas de Emergencia Activadas en Taiwán
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán anunció la activación de un centro de respuesta de emergencia para monitorear las maniobras chinas y contrarrestar las tácticas de «zona gris», acciones diseñadas para ejercer presión sin llegar al conflicto directo. Los ejercicios tienen como objetivo demostrar la preparación y determinación de Taiwán frente a esta demostración de fuerza, que coincide con la reciente visita del presidente taiwanés Lai Ching-te a Guam, un acto que Pekín condenó como provocador.
Estrategia Marítima de China: ¿Provocación o Preparación?
El extenso despliegue naval de China, respaldado por la modernizada Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN), se alinea con el objetivo de larga data de Pekín de reunificar Taiwán con el continente. Los analistas sugieren que el movimiento puede servir tanto como un deterrente estratégico como una preparación para acciones más asertivas, con estrategias potenciales que incluyen:
- Invasión Anfibia: Aunque la flota anfibia del PLAN puede no alcanzar la capacidad total necesaria para una invasión abierta, se podrían movilizar embarcaciones civiles, aunque con un riesgo elevado ante defensas asimétricas.
- Bloqueo Marítimo: Cortar las líneas de suministro marítimo críticas de Taiwán podría presionar a la isla económica y políticamente sin confrontación directa.
- Tácticas de Zona Gris: Desplegar milicias marítimas, incursiones frecuentes en el espacio aéreo y marítimo de Taiwán, y operaciones psicológicas para desgastar las defensas y la moral de Taiwán.
Respuesta Militar de Taiwán: Una Estrategia de Defensa Resiliente
La Marina de la República de China (ROCN) y el Cuerpo de Marines de Taiwán son actores clave en la contrarrestación de estas amenazas. A pesar de ser numéricamente inferiores a la PLAN de China, Taiwán ha adoptado un enfoque de guerra asimétrica, centrándose en armamento de alta tecnología y movilidad estratégica:
Capacidades Navales
- Destructores de Clase Kee Lung: Cuatro destructores guiados forman la columna vertebral de la flota de Taiwán.
- Fragatas y Corbetas: 22 fragatas y modernas corbetas sigilosas de clase Tuo Chiang mejoran la agilidad marítima.
- Fuerza Submarina: Taiwán está ampliando su flota de submarinos, con siete nuevos submarinos diésel-eléctricos en desarrollo para contrarrestar las amenazas submarinas.
- Activos Anfibios: El muelle de transporte de clase Yushan mejora la capacidad de Taiwán para desplegar tropas y responder a crisis.
Preparación del Cuerpo de Marines
El Cuerpo de Marines de la República de China (ROCMC), que comprende entre 8,000 y 10,000 personal altamente capacitado, es la fuerza de primera línea de Taiwán para la defensa anfibia y costera. Equipado con armamento moderno y vehículos anfibios, el ROCMC está preparado para repeler invasiones y asegurar territorios en alta mar.
PLAN de China: Un Leviatán en Formación
Con más de 370 barcos y submarinos, incluidos avanzados destructores de tipo 055 y el nuevo portaviones CNS Fujian, el PLAN es la marina más grande del mundo. Su masiva capacidad de construcción naval—**230 veces mayor que la de Estados Unidos**—permite una rápida expansión de la flota, subrayando las ambiciones marítimas de China. La presencia del PLAN cerca de Taiwán es un recordatorio claro de su capacidad para proyectar poder a través del Indo-Pacífico.
Implicaciones para el Indo-Pacífico
El enfrentamiento entre Taiwán y China es un punto crítico con ramificaciones globales. Las medidas de defensa proactivas de Taiwán y los llamados a apoyo internacional subrayan su determinación de salvaguardar la soberanía, mientras que la postura agresiva de China genera preocupaciones sobre la estabilidad en la región del Indo-Pacífico. El resultado de este intenso juego de ajedrez naval probablemente moldeará el equilibrio de poder en la región durante los próximos años.
El mundo observa de cerca mientras se prepara el escenario para un posible punto de inflexión en las relaciones a través del estrecho, con consecuencias de gran alcance para la seguridad regional y global.