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A medida que los Campeonatos de Tenis Duty-Free de Dubái llegan a su fin, todas las miradas están puestas en el emocionante enfrentamiento final entre el cuarto sembrado Stefanos Tsitsipas y el as canadiense Felix Auger-Aliassime. Esta apasionante final de temporada del swing de Medio Oriente se espera que muestre algunos de los tenis más electrizantes presenciados en las últimas tres semanas. La pregunta en la mente de todos es: ¿quién se llevará el codiciado título ATP 500?
Tsitsipas, cariñosamente conocido como el ‘Dios Griego’, ingresó a los Campeonatos de Dubái con un comienzo algo tibio. A pesar de un inicio de temporada poco notable, rápidamente cambió la situación al derrotar a Lorenzo Sonego (6-4(4), 6-3) en su partido inaugural, marcando el tono para una carrera prometedora. Continuó dominando a oponentes formidables, incluidos Karen Khachanov y Matteo Berrettini. Sin embargo, su victoria más notable fue un triunfo en sets seguidos sobre Tallon Griekspoor (6-4, 6-4), destacando el tan esperado regreso de su forma clásica.
Por otro lado, Auger-Aliassime comenzó su trayectoria en Dubái con una victoria dura contra Alexander Bulbik (7-6(7), 6-7(4), 6-3). Se enfrentó a una desafiante segunda ronda contra Nuno Borges y a un emocionante cuartos de final contra Marin Cilic, donde logró revertir esfuerzos de remontada para asegurar su lugar en las semifinales. Su determinación se mostró plenamente ante el clasificado Quentin Halys, donde salió victorioso con una remontada de 5-7, 6-4, 6-3, llevándolo a la final.
La historia de los enfrentamientos directos entre Tsitsipas y Auger-Aliassime revela una historia fascinante, con el primer encuentro datando de 2019. De sus nueve enfrentamientos, Tsitsipas ha salido victorioso en seis ocasiones, incluyendo su enfrentamiento más reciente en el Masters de París 2023. Esta ronda final en Dubái marca su décimo encuentro, añadiendo otra capa a su cautivadora rivalidad.
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Antes de entrar en Dubái, el desempeño de Tsitsipas en la temporada 2025 podría describirse mejor como una mezcla de altibajos. Tras una separación en la dirección técnica de su padre Apostoles, sufrió una caída en su forma, marcada por una salida temprana en el Abierto de Australia y una final en Rotterdam. Sin embargo, su actuación en Dubái, especialmente su impresionante porcentaje de victorias en el primer servicio del 83.25%, señala un regreso a su mejor nivel. El juego agresivo de Tsitsipas desde la línea de fondo y su superioridad en los golpes de fondo han sido fundamentales en sus partidos recientes, pero Auger-Aliassime no es alguien que se rinda fácilmente.
El prodigio canadiense ha tenido una temporada estelar. Comenzó el año con una nota alta al hacerse con el título en Adelaida, seguido de otro trofeo en Montpellier (Open Occitanie). A pesar de un desempeño menos que sobresaliente en Melbourne, se recuperó con una semifinal en Qatar y ha mostrado una forma consistente en Dubái. El estilo de contraataque de Auger-Aliassime y su impresionante promedio de 11 aces por partido le han servido bien en la temporada de pista dura. Su tenacidad en los puntos de presión y el impulso actual sugieren que podría potencialmente derrocar a la estrella griega en Dubái.
Dada la búsqueda continua de Tsitsipas por alcanzar su mejor forma y el impulso actual de Auger-Aliassime, la batalla final en el Abierto de Dubái podría ver al poderoso canadiense reclamando su tercer título de la temporada 2025. La anticipación es alta y las apuestas son aún más altas. Mientras el mundo observa, el escenario está preparado para un enfrentamiento de proporciones épicas.