A medida que el polvo se asienta sobre un emocionante encuentro entre el Real Madrid y el Atlético, el foco brilla intensamente sobre Díaz, cuyo gol proporcionó una ligera ventaja a Los Blancos, y Álvarez, quien sorprendió con un espectacular gol del empate para el Atlético. A pesar del control dominante del Atlético durante períodos prolongados, no pudieron capitalizar su dominio, dejando al entrenador Diego Simeone con un aire de frustración. Sin embargo, coincidió con el director técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, en que el enfrentamiento estaba lejos de haber terminado después del primer partido.
En retrospectiva, el resultado podría haber sido más dañino para el Atlético. En los últimos minutos del juego, Kylian Mbappé del Real Madrid, después de superar a Marcos Llorente, casi asistió a Vinícius para lo que habría sido una conclusión desgarradora contra sus archirrivales. Para aumentar la tensión, Vinícius tuvo otra oportunidad de escapar, esta vez frustrada por un decidido José María Giménez.
De hecho, un único gol es todo lo que separa a estos dos gigantes mientras se preparan para el segundo partido de este cautivador duelo. La fase inicial del partido fue un tenso empate, ambos equipos evaluándose mutuamente, plenamente conscientes de que esto era solo el comienzo de un maratón de 180 minutos. Sin embargo, el empate fue de corta duración.
El primer movimiento decisivo vino del Real Madrid. El pase de Fede Valverde, simple pero efectivo, encontró a Rodrygo, quien superó a Javi Galán, evadió hábilmente a Clément Lenglet y colocó el balón en la esquina lejana de la red. En poco más de tres minutos, el Real Madrid había tomado la delantera. Dos minutos después, se desarrolló un escenario similar, con el largo pase diagonal de Antonio Rüdiger encontrando nuevamente a Rodrygo. Esta vez, sin embargo, el árbitro consideró que la caída de Rodrygo en el área era una exageración.
A pesar del contratiempo inicial, el Atlético no dejó que su ánimo decayera. El llamado de Simeone a la compostura fue escuchado, y comenzaron a afirmarse de manera constante. Su primer avance llegó en el minuto 15 cuando Álvarez encontró a Samuel Lino, marcando la entrada del Atlético en el juego. Bajo el liderazgo de Rodrigo De Paul, el Atlético comenzó a controlar el mediocampo, mientras que el Real Madrid adoptó un enfoque más pasivo.
El gol del empate, un testimonio de la resiliencia del Atlético, llegó justo después de la media hora. Álvarez, tras un primer tropiezo, recuperó la posesión, eludió a Eduardo Camavinga y soltó un fantástico disparo que silbó junto al portero y se metió en la red, silenciando el Bernabéu. Los equipos ahora miran hacia la vuelta, con todo aún por jugar.