En una dramática conferencia de prensa, el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, reiteró su audaz afirmación de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania de manera rápida, prometiendo involucrarse directamente con el presidente ruso, Vladimir Putin y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. Con solo unas semanas hasta su regreso a la Casa Blanca, Trump subrayó su intención de priorizar la intervención diplomática para detener el conflicto en curso que ha devastado a Ucrania.
“Tenemos que detenerlo, es una carnicería,” dijo Trump, describiendo el costo humano y de infraestructura de la guerra. Pintó un vívido retrato de la destrucción, comparando las ciudades devastadas de Ucrania con los sitios de demolición de Manhattan de sus días en bienes raíces—aunque a una escala catastrófica.
“Es solo escombros… aplastados como un panqueque,” comentó Trump, señalando la colosal pérdida de vidas e infraestructura. Enmarcó sus comentarios con un estilo característico, añadiendo, “Justo como cuando derribo un edificio en Manhattan, excepto que esto es peor—mucho peor.”
‘¿Un Día para Terminar la Guerra?’ Las Preguntas Persisten
A lo largo de la campaña, Trump afirmó repetidamente que podría resolver la guerra “en 24 horas,” una declaración que ha suscitado escepticismo y preocupación entre aliados y analistas. Mientras Trump ha evitado detallar su estrategia, los críticos temen que su enfoque podría implicar presionar a Ucrania para hacer concesiones territoriales, legitimando efectivamente la anexión de áreas ocupadas por Rusia.
Su retórica también ha reavivado las preocupaciones sobre su anterior admiración por Putin. El enfoque de Trump diverge drásticamente de la administración del Presidente Joe Biden, que ha comprometido miles de millones en ayuda militar y humanitaria a Ucrania desde que comenzó la invasión a gran escala de Rusia en 2022.
¿Apuesta Diplomática o Jugada Maestra en la Negociación?
Los partidarios de Trump elogian su instinto para negociar, esperando que sus negociaciones puedan poner fin al conflicto y reducir los compromisos financieros de América. Sin embargo, sus críticos argumentan que su diplomacia transaccional corre el riesgo de socavar la soberanía de Ucrania.
A medida que el mundo observa, la promesa del ex presidente de llevar a Putin y Zelensky a la mesa establece el escenario para conversaciones de alto riesgo. Si Trump puede cumplir su promesa o si su plan profundizará las divisiones geopolíticas sigue siendo una pregunta que podría definir los primeros días de su nuevo mandato.