A pesar de la emocionante victoria por 1-0 sobre el Paris Saint-Germain, el entrenador de Liverpool, Arne Slot, no estaba dispuesto a dejar a su joven estrella, Harvey Elliott, fuera de la responsabilidad. Después de su actuación decisiva en el partido, se informó que Elliott debía regresar al campo para una sesión de enfriamiento, un testimonio de los estándares inquebrantables de Slot.
Elliott, quien había sido reemplazo de Mohamed Salah, demostró ser el cambio decisivo con su gol. Según el blog en vivo de BBC Sport, el joven delantero debería haber estado en el vestuario, disfrutando de su victoria. Sin embargo, demostrando su intenso compromiso con la disciplina y la forma física, Slot le pidió que se uniera a los otros suplentes para un enfriamiento posterior al partido, incluso mientras los aficionados de Liverpool celebraban su victoria en las gradas.
En el análisis posterior al partido, Slot elogió a Alisson Becker, el portero del equipo, considerándolo el mejor del mundo. El partido fue un caso clásico de victoria en el último minuto, con el gol tardío de Elliott sellando el trato para Liverpool. Sin embargo, el héroe del partido fue indiscutiblemente Becker.
El Paris Saint-Germain había controlado el juego desde el saque inicial, desatando un asombroso total de 29 disparos a puerta, con 10 a portería. Sin embargo, encontraron en Becker un obstáculo insuperable. El portero brasileño frustró repetidamente los intentos de Khvicha Kvaratskhelia, Ousmane Dembélé y Bradley Barcola, para consternación de los aficionados del equipo local.
Al descanso, el PSG podría haber liderado el partido por 4-0 si Becker no hubiera intervenido. Sus notables reflejos, posicionamiento estratégico y estelar compostura bajo una inmensa presión mantuvieron a Liverpool en el juego, permitiéndoles finalmente reclamar una victoria inesperada.
Expresando su admiración por el rendimiento de su portero, Slot dijo a TNT Sports: «No creo que haya un portero que haya jugado a este nivel, lo cual es normal porque él es el mejor del mundo», añadiendo además que tener al mejor portero del mundo en su equipo fue una nueva experiencia para él. Slot confesó que nunca pensó que su equipo tendría que defender tanto y aún así lograr asegurar un 1-0, o incluso una victoria de 2-0 o 3-0.
Los altos estándares de Slot, como lo demuestra su decisión de enviar a Elliott de regreso al campo para un enfriamiento a pesar de su actuación decisiva en el partido, reflejan su compromiso con la disciplina y el rigor, rasgos que sin duda seguirán moldeando las actuaciones futuras del Liverpool.