En un golpe crítico para Donald Trump, el esfuerzo del ex presidente por anular su convicción criminal por falsificación de registros comerciales ha sido denegado, ya que un juez de Nueva York dictaminó el lunes que el caso involucraba las acciones personales de Trump, y no sus deberes oficiales como presidente.
El juez Juan Merchan rechazó la solicitud de Trump, desestimando su argumento de que la histórica decisión de julio de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial debería protegerlo. La decisión marca otro revés legal para Trump mientras se prepara para reingresar a la Casa Blanca el 20 de enero tras su victoria en las elecciones de 2024.
El Argumento de Trump Colapsa: Actos Personales, No Deberes Presidenciales
El caso se centra en un pago de $130,000 realizado a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels en los días finales de las elecciones de 2016. Los fiscales argumentaron con éxito que Trump falsificó registros comerciales para encubrir el pago, destinado a silenciar las afirmaciones de Daniels sobre un supuesto encuentro sexual con Trump, una afirmación que él continúa negando.
Los abogados de Trump se apoyaron fuertemente en la reciente decisión de la Corte Suprema, que otorga a los presidentes inmunidad por actos oficiales realizados mientras están en el cargo. Afirmaron que las pruebas presentadas durante el juicio, como publicaciones en redes sociales y testimonios sobre conversaciones en la Casa Blanca, constituían acciones oficiales, lo que invalidaría la convicción.
Sin embargo, la decisión de 41 páginas del juez Merchan no dejó lugar a dudas:
“La acusación contra Trump por actos decididamente personales de falsificación de registros comerciales no representa un peligro de intrusión en la autoridad y función del poder ejecutivo.”
Los fiscales de la oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan, Alvin Bragg, subrayaron que el comportamiento de Trump, incluyendo la orquestación de pagos a través de su abogado personal Michael Cohen, fue completamente “conducta totalmente no oficial” y no estaba relacionado con su papel como presidente.
Una Convicción Histórica: Aguas Legales Inexploradas
En mayo de 2024, un jurado de Manhattan encontró a Trump culpable de 34 cargos de falsificación de registros—la primera vez en la historia de EE. UU. que un expresidente o presidente en funciones fue condenado por un delito penal. La sentencia, inicialmente programada para el 26 de noviembre, ha sido pospuesta indefinidamente tras la asombrosa victoria electoral de Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris.
A pesar de la decisión del juez Merchan, el equipo legal de Trump sigue sin ceder. El portavoz Steven Cheung criticó la decisión como una “violación directa” de la decisión de inmunidad de la Corte Suprema, aunque los expertos legales sugieren que este argumento es poco probable que influya en futuras apelaciones.
La Decisión de la Corte Suprema y Sus Límites
La decisión de la Corte Suprema en julio—que surgió de los cargos federales de Trump relacionados con la interferencia en las elecciones—reconoció la inmunidad presidencial para acciones oficiales pero dejó claro que la inmunidad no se extiende a conductas no oficiales. Los abogados de Trump intentaron difuminar esas líneas, argumentando que la evidencia relacionada con su tiempo en la Casa Blanca debería estar fuera de límites.
El juez Merchan no estuvo de acuerdo, dictaminando que los intentos de Trump de protegerse bajo el precedente de la Corte Suprema estaban equivocados, ya que el caso no tenía conexión con sus deberes presidenciales.
El Laberinto Legal de Trump: La Gran Imagen
Mientras que el caso del dinero silencioso de Trump es el único de los cuatro casos criminales en su contra que ha llegado a juicio, sus problemas legales más amplios siguen lejos de resolverse:
- Casos Federales – Los cargos sobre la gestión de Trump de documentos clasificados y sus intentos de anular las elecciones de 2020 fueron desestimados, ya que la política del DOJ prohíbe procesar a presidentes en funciones.
- Caso de Elecciones de Georgia – Las acusaciones sobre el papel de Trump en la interferencia con los resultados electorales de Georgia están en limbo legal, mientras Trump se declara no culpable.
Aún así, la decisión del lunes marca una victoria decisiva para la oficina de Bragg, cuyo caso Trump llamó repetidamente un arma política.
¿Qué sigue para Trump?
Los abogados de Trump han presentado mociones adicionales para anular la condena por motivos no relacionados con la inmunidad presidencial, argumentando que servir como un presidente condenado socavaría su capacidad para gobernar. Si bien el juez Merchan aún no se ha pronunciado sobre esta moción, el equipo de Bragg calificó la solicitud de “remedio extremo” que supera con creces la necesidad legal.
Mientras tanto, las ramificaciones políticas y legales son profundas. La condena de Trump sigue siendo una mancha en su regreso sin precedentes al poder y puede alentar a los críticos que ven la decisión como un momento de rendición de cuentas.
El camino por delante
Trump, quien ha desestimado constantemente el caso como un ataque motivado políticamente, probablemente apelará más. Sin embargo, el rápido rechazo del juez Merchan a sus reclamos de inmunidad envía un mensaje claro: la condena de Trump se sostiene sobre bases legales sólidas.
Por ahora, el reloj avanza hacia el 20 de enero de 2025, cuando Trump, un delincuente condenado, regresará a la Oficina Oval a menos que otras apelaciones tengan éxito—un giro extraordinario en la saga legal y política en curso de la figura más polarizadora de América.
A medida que Trump una vez más choca con el sistema de justicia, una cosa es segura: esta historia está lejos de haber terminado.