El presidente ruso Vladimir Putin expresó su disposición a negociar la paz en Ucrania durante una sesión de preguntas y respuestas televisada el jueves, señalando posibles conversaciones con el presidente electo de EE. UU., Donald Trump. Sin embargo, los comentarios de Putin dejaron claro que cualquier resolución vendría en los términos de Rusia, sin concesiones territoriales importantes y con condiciones estrictas para la participación de Ucrania.
Una Apertura Tentativa para la Diplomacia
Putin declaró la disposición de Rusia a participar en negociaciones y compromisos, pero enfatizó que Ucrania y sus aliados también deben estar preparados para ceder. “Siempre hemos dicho que estamos listos para negociaciones y compromisos,” afirmó Putin. Sin embargo, enmarcó los avances militares de Rusia como fundamentales, afirmando: “Pronto, aquellos ucranianos que quieran luchar se quedarán sin opciones.”
El líder ruso también subrayó que las propuestas de Moscú no tenían condiciones previas, añadiendo: “Estamos listos para negociar con cualquiera, incluido el presidente [Volodymyr] Zelenskiy.” Sin embargo, señaló que Zelenskiy, cuyo mandato ha expirado, necesitaría asegurar su reelección para que Moscú lo reconozca como un socio legítimo en las negociaciones.
El Papel de Trump en la Ecuación
El presidente electo Trump, conocido por su autoproclamada destreza en hacer tratos, ha prometido poner fin rápidamente al conflicto en Ucrania, pero aún no ha detallado su enfoque. Durante su campaña, Trump insinuó su disposición a negociar directamente con Putin para desescalar las tensiones.
Los expertos creen que Trump podría mediar un alto el fuego que aborde algunas de las preocupaciones de Rusia mientras se preservan los compromisos de EE. UU. con la OTAN. Sin embargo, Putin ha descartado concesiones territoriales significativas e insiste en que Ucrania debe abandonar sus ambiciones de unirse a la OTAN, puntos clave en cualquier negociación.
Ganancias Territoriales de Rusia y Postura Militar
Desde que lanzó su invasión en 2022, Rusia ha tomado alrededor del 20% del territorio ucraniano, con ganancias que se han acelerado en los últimos meses. Putin se jactó de los avances en el este de Ucrania, amenazando ciudades críticas como Pokrovsk, un importante centro de transporte. A pesar de esto, el Kremlin sigue siendo vago sobre los plazos para resolver el conflicto, particularmente en áreas en disputa como la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas continúan resistiendo.
Putin también destacó las capacidades del misil hipersónico «Oreshnik» de Rusia, ofreciendo un escalofriante desafío a las defensas aéreas occidentales: “Dejen que determinen un objetivo en Kyiv y concentren todos sus sistemas de defensa aérea allí. Atacaremos con Oreshnik y veremos qué pasa.”
Desafíos Económicos y Estratégicos
La guerra ha tensado severamente la economía de Rusia, con Putin admitiendo signos de sobrecalentamiento e inflación. Sin embargo, desestimó las preocupaciones sobre la disminución de la influencia rusa en el Medio Oriente, afirmando un amplio apoyo a la presencia continua de bases militares rusas en Siria. También se comprometió a ayudar a resolver el caso del periodista estadounidense Austin Tice, secuestrado en Siria en 2012, tras recibir un llamado de la familia de Tice.
Los Obstáculos para la Paz
La mención de Putin a un acuerdo preliminar alcanzado durante las conversaciones iniciales en Estambul añade una capa de complejidad. Los funcionarios ucranianos han desestimado ese borrador de acuerdo como equivalente a una capitulación, ya que habría limitado significativamente la autonomía militar y política de Ucrania. Además, la demanda de Kyiv de membresía en la OTAN y la insistencia del Kremlin en la neutralidad de Ucrania siguen siendo cuestiones irreconciliables.
Las apuestas geopolíticas más amplias también son significativas. La guerra ha causado decenas de miles de muertes, desplazado a millones y creado la ruptura más importante entre Moscú y Occidente desde la Crisis de los Misiles en Cuba. Putin ha acusado a la OTAN de escalar las tensiones, enmarcando la invasión de Rusia como una medida defensiva contra la expansión hacia el este de la alianza.
¿Qué nos espera?
A medida que Putin se posiciona para posibles conversaciones, la inminente presidencia de Trump podría marcar un punto de inflexión en el conflicto. Las tácticas de negociación de Trump y su alineación o divergencia con la postura de la OTAN probablemente darán forma a la próxima fase de la guerra. Sin embargo, los desafíos de reconciliar las demandas de Rusia con la soberanía de Ucrania y las garantías de seguridad occidentales siguen siendo formidables.
Por ahora, el mundo observa cómo dos de sus líderes más impredecibles se preparan para involucrarse en uno de los conflictos más trascendentales del siglo XXI.