A medida que comenzó el BNP Paribas Open, el primer Masters 1000 de la temporada, un tema de gran controversia fue la sorprendente decisión de los organizadores de alterar la superficie de las canchas después de un cuarto de siglo. El objetivo era sencillo: acelerar el ritmo de los partidos y alinear las canchas más estrechamente con las del Miami Open y el US Open. Sin embargo, las primeras indicaciones sugieren que la modificación ha fallado en su objetivo.
Competidores de ambos circuitos, ATP y WTA, durante sus conferencias de prensa previas al torneo, expresaron pocas o ninguna diferencia discernible con las canchas recién renovadas. Notablemente, Daniil Medvedev, finalista en las dos ediciones anteriores del evento, afirmó que la superficie era incluso más lenta que antes. Reiteró su postura después de su partido inicial en California, calificando estas canchas como las más lentas que ha encontrado en su carrera profesional.
Este sentimiento fue corroborado por datos empíricos. El ‘índice de velocidad de las canchas de Indian Wells’, una medida de la velocidad de la cancha, se registró anteriormente en 36.9. Esto colocó la superficie más lenta que Montreal, Cincinnati, Shanghái y París-Bercy, pero a la par con el Miami Open, a pesar de las condiciones contrastantes entre California y Florida.
La reciente renovación ha resultado en que el ‘índice de velocidad de las canchas’ se desplome a 29.3. Esto hace que las canchas de Indian Wells sean más parecidas a superficies de arcilla roja en lugar de otras canchas duras, un cambio drástico que ha suscitado críticas de varios sectores.
Benoit Maylin, un analista destacado, utilizó su popular programa, ‘Sans Filet’, para expresar su descontento con la decisión de los organizadores. Lamentó: «Indian Wells siempre ha sido un torneo con una superficie muy lenta, pero ahora los organizadores la han hecho aún más lenta. Casi todos los cambios de superficie en los últimos años han contribuido a ralentizar el juego y hacerlo más aburrido, no entiendo por qué.»
La transformación de las canchas de Indian Wells ha generado un debate que, sin duda, continuará a medida que avanza el torneo. Si esta modificación significativa impactará el rendimiento de los jugadores y el valor de entretenimiento del torneo está por verse.