Pete Alonso ha sido uno de los bateadores de poder más consistentes en el béisbol desde que hizo su debut en las MLB con los New York Mets. Promediando 42 jonrones y 110 carreras impulsadas en cinco temporadas completas, Alonso ha construido una reputación como una fuerza en el medio del orden que puede cambiar el juego con un solo swing. Sin embargo, a medida que avanza la temporada baja, el primera base de 30 años sigue sin contrato, con los equipos dudando en comprometerse con él a largo plazo.
El mercado de agentes libres de Alonso ha estado sorprendentemente tranquilo, a pesar de su impresionante historial. Jeff Passan de ESPN señala que las preocupaciones sobre el perfil del jugador de Alonso son la principal razón por la que los equipos son reacios a ofrecer un contrato espectacular. “Por un lado, la producción consistente de Alonso es incuestionable”, dijo Passan. “Por otro lado, su perfil asusta a los equipos: un primera base diestro de 30 años que batea y lanza con la derecha.”
Históricamente, los primeras bases diestros han enfrentado desafíos para asegurar contratos lucrativos a largo plazo al entrar en sus 30 años. Los equipos se preocupan por la disminución de la producción debido a la edad y el valor defensivo limitado de la posición. Si bien la durabilidad y el poder de Alonso son innegables, las oficinas principales parecen cautelosas sobre cómo esas características se mantendrán a lo largo de un contrato prolongado.
Otro factor que complica el mercado de Alonso es la reciente juerga de gastos de los Mets. Nueva York hizo titulares al firmar al superestrella Juan Soto con un contrato histórico de 15 años y 765 millones de dólares a principios de esta temporada baja. Si bien la presencia de Soto mejora drásticamente la alineación de los Mets, también plantea preguntas sobre si el equipo está dispuesto a invertir fuertemente en Alonso.
Los Mets aún tienen un agujero evidente en la primera base, y traer de vuelta a Alonso tendría sentido. Sin embargo, con otros grandes gastadores como los Yankees rumorando que están monitoreando su situación, los Mets pueden enfrentar una fuerte competencia si esperan volver a firmar a su slugger formado en casa.
Para Alonso, la hesitación en torno a su perfil probablemente significa que obtendrá un contrato sólido pero no el mega-contrato a largo plazo que podría haber imaginado. Un contrato más corto con un alto valor anual podría ser el compromiso que los equipos encuentren atractivo, permitiéndoles capitalizar su poder a corto plazo sin el riesgo de un compromiso prolongado.
A pesar de los desafíos, la producción ofensiva constante de Alonso asegura que será un activo valioso donde quiera que aterrice. A medida que avanza la temporada baja, se espera que su mercado se caliente, y su próximo contrato servirá como un test de referencia para cómo los equipos valoran a los slugger envejecidos en la era analítica actual.