En un giro dramático de su agresiva estrategia de endurecimiento monetario, el Banco Central de Rusia ha decidido mantener su tasa de interés clave sin cambios en el 21%, deteniendo una serie de fuertes aumentos destinados a frenar la inflación en aumento. Este movimiento llega después de meses de críticas crecientes por parte de poderosos industriales, empresas e incluso señales veladas del Kremlin.
La gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, defendió la decisión, enfatizando la necesidad de equilibrio: “No podemos permitir que la economía se sobrecaliente más, pero también necesitamos evitar enfriarla demasiado. Estamos observando esto cuidadosamente.” Esta postura matizada señala un cambio en la estrategia mientras el banco intenta navegar por un delicado paisaje económico ensombrecido por el gasto en guerra y las presiones inflacionarias.
Una Pausa Estratégica Bajo Presión
La decisión del Banco Central marca una pausa significativa tras un aumento acumulado de 5 puntos porcentuales en las últimas tres reuniones. En su núcleo hay un reconocimiento de la reacción política y económica provocada por el aumento vertiginoso de los costos de endeudamiento, que han presionado a las empresas que dependen del crédito. Los gigantes industriales, cuyas empresas han sido golpeadas por las tasas más altas, han expresado abiertamente su insatisfacción, lo que ha llevado al Kremlin a tomar nota.
El presidente Vladimir Putin, hablando en una maratónica conferencia de prensa el jueves, insinuó un enfoque más conciliador, afirmando que esperaba una decisión «equilibrada» del Banco Central. Este sentimiento refleja una creciente tensión entre las prioridades económicas del Kremlin durante la guerra y la necesidad de mantener la estabilidad empresarial interna.
Un Nuevo Arsenal para el Control de la Inflación
En lugar de continuar con aumentos de tasas, el Banco Central está pivotando hacia herramientas financieras más sutiles. Nabiullina y su adjunto, Alexey Zabotkin, citaron signos de que las medidas anteriores podrían estar ya limitando las presiones inflacionarias, con el crecimiento del crédito mostrando signos de desaceleración.
“Estamos aumentando los requisitos de capital y liquidez para los bancos,” declaró Nabiullina, señalando un movimiento para reforzar la estabilidad financiera sin depender únicamente de las tasas de interés. Estas medidas buscan frenar las prácticas de préstamo insostenibles, particularmente en los florecientes mercados de crédito al consumo y corporativo, que han aumentado un 18% y un 20%, respectivamente, en 2024.
Sin embargo, el banco también optó por retrasar un requisito de liquidez amplio para los bancos, dando a las instituciones financieras seis meses más para ajustarse, una concesión que probablemente tiene como objetivo reducir las interrupciones económicas inmediatas.
Los Problemas Inmobiliarios se Acercan
El sector inmobiliario sigue siendo una preocupación evidente. Con los subsidios hipotecarios del gobierno ahora eliminados, las ventas de apartamentos han caído en picada, poniendo en peligro la capacidad de los desarrolladores para hacer frente a las importantes cargas de deuda acumuladas durante el auge de la vivienda. Desarrolladores importantes como PIK, LSR y Etalon han visto cómo sus valores de mercado se han reducido a la mitad desde mediados de 2024, subrayando el estado precario de la industria.
A pesar de los desafíos, el anuncio del viernes proporcionó un alivio temporal para el sector, con las acciones de los principales desarrolladores aumentando drásticamente en la bolsa de Moscú.
Equilibrio Económico
El acto de equilibrio del Banco Central destaca los profundos desafíos de gestionar una economía sobrecalentada en el contexto de un gasto impulsado por la guerra. Si bien el control de la inflación sigue siendo una prioridad principal, los riesgos de sofocar el crecimiento económico o desencadenar una crisis en el sector financiero son grandes.
Los analistas advierten que 2025 podría traer una mayor inestabilidad, especialmente si sectores como el inmobiliario continúan tambaleándose. Sin embargo, por ahora, la recalibración del Banco Central ofrece un rayo de esperanza para las empresas y los mercados financieros que se preparan para la incertidumbre.