En un giro extraordinario de los acontecimientos en el torneo de Indian Wells, a menudo apodado ‘El Paraíso del Tenis’ por su entorno desértico californiano bañado por el sol, los jugadores se encontraron enfrentándose no solo a sus oponentes, sino también al caprichoso clima. Una repentina ‘mini tormenta’ interrumpió el partido de cuartos de final entre Arthur Fils y Daniil Medvedev, causando retrasos imprevistos y desatando el caos.
Un momento significativo en el partido estaba a punto de desarrollarse cuando Fils estaba sirviendo en 4-4 en el decisivo tercer set. Sin embargo, una ráfaga inesperada de viento cambió las tornas, alborotando toallas y enviando una colosal caja de patrocinador volando por la cancha principal del estadio. El árbitro, en respuesta al clima inesperado, aconsejó a los jugadores pausar el partido hasta que las condiciones mejoraran.
El drama continuó escalando cuando Fils, tras algunos juegos, sufrió una hemorragia nasal. Más temprano en el día, la lluvia ya había interrumpido el partido entre Iga Swiatek y Qinwen Zheng en la cancha del Estadio 1. Afortunadamente, el cielo se había despejado cuando Fils se preparó para enfrentar al quinto sembrado Medvedev. Sin embargo, el clima impredecible aseguraba un duelo desafiante, con ambos jugadores luchando contra el viento tanto como contra el otro.
El punto de inflexión del partido llegó cuando Fils, en medio de un set muy disputado, expresó su preocupación por las toallas que comenzaban a ondear debido al viento. Como si fuera una señal, una enorme ráfaga de viento recorrió la cancha, causando caos con objetos lanzados por todas partes, un cubo volcado y un recogepelotas teniendo que perseguir una gran caja con el logo del patrocinador principal BNP Paribas.
Durante este tumulto, el juego estaba empatado a 40-40 en el servicio de Fils, y el árbitro intervino, instruyendo a ambos jugadores a detener momentáneamente el juego hasta que pasara la ‘mini tormenta’. El árbitro Fergus Murphy se dirigió a la multitud, diciendo: «Damas y caballeros, solo vamos a esperar hasta que la mini tormenta pase.»
A pesar de la breve interrupción, Fils mostró una admirable resiliencia, manteniendo su servicio para liderar 5-4 una vez que el juego se reanudó. Sin embargo, el joven de 20 años enfrentó otro obstáculo durante el siguiente cambio de lado mientras lideraba 6-5 en su servicio. Un repentino sangrado de nariz llevó al fisioterapeuta a la cancha, pero todo lo que Fils podía hacer era esperar con un pañuelo en la nariz hasta que el sangrado cesara.
En una extraña coincidencia, esta no fue la primera vez que un sangrado de nariz detuvo un partido de Medvedev durante el torneo. Anteriormente, el jugador ruso también había sufrido un sangrado de nariz durante su partido de segunda ronda contra Alex Michelsen, quien luego se retiró debido a una intoxicación alimentaria.
El partido de cuartos de final, repleto de giros inesperados, culminó en un emocionante tiebreak. Medvedev emergió victorioso en su tercer punto de partido, ganando 6-4 2-6 7-6(7) después de dos horas y 25 minutos de tensión. El subcampeón del año pasado no pudo contener su alegría y saltó al aire.
Por otro lado, fue una amarga píldora para tragar para Fils, quien estaba compitiendo en su primer cuartos de final de Masters 1000. El 20º cabeza de serie desahogó su frustración rompiendo su raqueta antes de reconocer al público y hacer su salida. Este partido inolvidable, subrayado por el clima impredecible y el intenso juego, seguramente quedará grabado en la memoria de los entusiastas del tenis durante mucho tiempo.