El día de apertura del Campeonato de Jugadores en TPC Sawgrass estuvo marcado por sorpresas y giros inesperados, siendo uno de los más destacados el desempeño de Rory McIlroy. Una simple mirada a la tabla de posiciones no revelaría el tumultuoso camino que el cuatro veces campeón de majors emprendió para posicionarse a solo un golpe del liderazgo temprano.
McIlroy, de 35 años, comenzó su semana de manera impresionante en el Campeonato de Jugadores, terminando con una ronda de cinco bajo par de 67. Su actuación fue notable por sus siete birdies, pero un desempeño inusualmente bajo en precisión de conducción lo dejó empatado en el puesto 140, acertando apenas cuatro de 14 calles.
A pesar de esto, el juego de aproximación y el putting de McIlroy fueron nada menos que notables. Estos aspectos de su juego, junto con su posición general, lo convierten en una preocupación significativa para jugadores como Lucas Glover y Camilo Villegas a medida que se preparan para la segunda ronda.
Sin embargo, el desempeño de McIlroy no fue la única sorpresa en TPC Sawgrass. El golfista de 35 años expresó su asombro por la suavidad de algunas partes del campo. Esta condición inesperada fue un cambio significativo respecto a la firmeza habitual que se observa en Sawgrass en marzo y mayo, cuando el torneo se celebra tradicionalmente.
Las expectativas de McIlroy para el campo eran que estuviera más firme, particularmente los greens, que describió como un poco «blandos». Expresó su esperanza de que el campo se endurezca a lo largo de la semana y que quizás sea desafiado más por el viento y las condiciones secas.
Abordando su propio juego, McIlroy reconoció la necesidad de mejorar su precisión de conducción. En los últimos años, su conducción ha sido un activo sustancial, y destacó la importancia de volver a ese nivel de rendimiento. Su capacidad para reunir su juego durante el resto de la semana podría resultar en su segundo título del Campeonato de Jugadores.
Sin embargo, el viaje no será fácil. McIlroy fue claro acerca de sus desafíos, reconociendo que «tuvo un poco de suerte» en el día inaugural. Enfatizó la necesidad de acertar más calles y planea trabajar en su golpe de corte para entrar en juego.
Estos elementos del juego de McIlroy, junto con su capacidad para adaptarse a condiciones inesperadas del campo, indican que podría haber una temporada emocionante por delante. A pesar de algunas actuaciones erráticas este año, hay señales claras de que si McIlroy puede juntar su juego, algo especial podría estar en el horizonte.