En un emocionante encuentro en el Phoenix Challenger, la tensión estalló entre los tenistas Alexander Bublik de Kazajistán y el francés Corentin Moutet. El partido estuvo marcado por un giro inesperado de los acontecimientos y un intenso intercambio en la cancha, que requirió la intervención del juez de silla para calmar la situación.
El enfrentamiento comenzó con Moutet, actualmente clasificado en el puesto 79 a nivel mundial, ganando el primer set cómodamente con un marcador de 6-2. Continuó su dominio al tomar una ventaja temprana de 3-1 en el segundo set. Sin embargo, Bublik, inflexible, luchó para volver al juego, negándole a Moutet una victoria en sets seguidos. El jugador kazajo logró igualar el set, empujando finalmente el partido a un decisivo tercer set.
La tensión se amplificó en el set final, con Bublik desatándose hacia una ventaja de 5-1. Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, desperdició dos oportunidades para cerrar el partido. Resiliente, Bublik recuperó su compostura, rompiendo a Moutet nuevamente en el undécimo juego para tomar una ventaja de 6-5.
En un incidente peculiar que provocó risas entre los espectadores, Bublik fue sorprendido respondiendo a la afirmación de Moutet de «No estoy listo» con un despectivo «No me importa un carajo», captado por los micrófonos de la cancha. El intercambio, indicativo de la creciente tensión, presagiaba el drama que aún estaba por desarrollarse.
Bublik, a la tercera va la vencida, cerró el 12º juego, asegurando una victoria de regreso muy luchada. Sin embargo, la acalorada interacción que siguió después del partido robó el protagonismo. Moutet, evidentemente molesto por el comentario anterior de Bublik, confrontó al jugador kazajo, lo que llevó a un intercambio acalorado. El juez de silla tuvo que intervenir, descendiendo de su perchero para separar a los dos jugadores y restaurar el orden.
El drama no se detuvo en la cancha; la tensión era palpable incluso durante el apretón de manos tras el partido. Los jugadores intercambiaron palabras, y el árbitro tuvo que intervenir, subrayando la intensidad del choque.
En la secuela de este dramático duelo, Bublik está programado para enfrentarse a Nuno Borges en la final de Phoenix. La anticipación es alta, ya que los entusiastas del tenis y seguidores del torneo esperan con ansias ver si el kazajo puede mantener su impulso. Este partido de alta energía, marcado por sus dramáticos intercambios en la cancha, es sin duda uno para recordar, convirtiendo al Challenger de Phoenix en un torneo memorable.