En una exhibición asombrosa de resiliencia y precisión, la número 55 del mundo, Olga Danilovic, aplastó a la séptima cabeza de serie, Jessica Pegula, 7-6 (3), 6-1, para reclamar la victoria más grande de su carrera y asegurar un lugar histórico en los octavos de final del Abierto de Australia.
La prodigio del tenis serbio desafió todas las probabilidades en Melbourne, desmantelando a la finalista del US Open 2024 con una actuación implacable que envió ondas de choque a través del torneo. Pegula, ampliamente favorita para dominar, fue superada por el juego audaz y estratégico de Danilovic.
La dominancia de Danilovic: Un partido para recordar
La serbia de 23 años fue imparable de principio a fin. Después de victorias en sets consecutivos en sus rondas iniciales, Danilovic demostró que no fue un golpe de suerte, entregando cuando más importaba.
Sus estadísticas de servicio fueron nada menos que clínicas:
- Cinco aces
- 76% de tasa de éxito en puntos de primer servicio
- 6 de 6 puntos de quiebre salvados
Mientras Pegula luchaba por encontrar su ritmo, logrando solo 12 ganadores frente a 22 errores no forzados, Danilovic mantuvo su compostura. Golpeó 28 ganadores y limitó sus errores no forzados a 27, mostrando un marcado contraste con el juego errático de su oponente.
Cómo se desarrolló el partido
El partido comenzó con ambos jugadores defendiendo su servicio con ferocidad. En el primer set, Danilovic sobrevivió a dos puntos de quiebre en el segundo juego y estuvo cerca de romper a Pegula en el undécimo. El set culminó en un emocionante tiebreak, donde Pegula lideró brevemente 3-2. Pero Danilovic, negándose a rendirse, se adelantó para ganar los siguientes cinco puntos y robarse el set.
El segundo set fue una clase magistral de fortaleza mental. Danilovic rechazó cuatro puntos de quiebre en un tercer juego crítico antes de romper a Pegula dos veces consecutivas. Con un 5-1 y llena de confianza, sirvió con calma para cerrar el partido, dejando a su oponente estadounidense atónita.
¿Qué sigue para la sensación serbia?
La recompensa de Danilovic por su sensacional victoria es un enfrentamiento contra Paula Badosa, quien derrotó a Marta Kostyuk más temprano en el día. Con el impulso firmemente de su lado, la número 55 del mundo ahora tiene una oportunidad de oro para continuar su cuento de hadas en Melbourne.