Ir al teatro siempre es una aventura emocionante. Desde elegir una película hasta seleccionar los asientos perfectos, hay una cierta magia en el aire mientras esperas que comience la función. Sin embargo, imagina que, en medio de la charla habitual y la anticipación, todos a tu alrededor de repente estallan en canción. Aunque esto puede parecer un escenario inesperado, se ha convertido en una ocurrencia frecuente en proyecciones de musicales populares como Wicked.
Wicked, un querido éxito de Broadway lleno de melodías pegajosas, ha atraído a audiencias que no pueden evitar cantar junto durante las proyecciones. Este fenómeno ha llevado incluso a la creación de funciones especiales designadas como «canta junto». Sin embargo, no todos los asistentes al cine aprecian las actuaciones improvisadas de otros miembros de la audiencia. Pero hay una estrella de cine que abraza con entusiasmo este fervor musical.
Dwayne Johnson, también conocido como «La Roca», quien interpreta a Maui en Moana 2, compartió sus pensamientos sobre los cantos espontáneos en la premiere del Reino Unido de la nueva secuela de Disney. En una entrevista con BBC News, expresó su apoyo a cantar durante las películas: «Especialmente si amas la música, esa es la parte divertida… ¡Canta! Has pagado tu dinero duramente ganado por un boleto, y estás disfrutándolo.»
El aliento de Johnson proviene de su propia experiencia como intérprete y músico. Con su propia película musical llegando a los cines pronto, entiende la alegría que la música aporta y cree que las audiencias deberían sentirse libres de expresarse a través de la canción mientras disfrutan de una película musical.
Mientras algunos pueden preocuparse por encontrar cantos espontáneos en la audiencia durante su experiencia cinematográfica, aquellos que asistan a Moana 2 justo cuando se estrene probablemente serán de los primeros en escuchar su nueva selección de canciones. A medida que los espectadores del fin de semana de apertura disfrutan de las frescas melodías de la banda sonora de la secuela, los cantos espontáneos pueden ser menos prevalentes inicialmente. Sin embargo, a medida que la película gana popularidad y continúa su proyección en los cines, la probabilidad de actuaciones improvisadas puede aumentar. Así que, si prefieres una experiencia de visualización más tranquila, vale la pena considerar el momento de tu visita.
Independientemente de las preferencias personales, una cosa está clara: Dwayne Johnson aprueba los cantos espontáneos en los cines. Su respaldo sirve como un recordatorio de que las películas tienen el poder de unir a las personas a través de experiencias compartidas y el lenguaje universal de la música.
El concepto de cantar durante las películas ha existido durante décadas. En el pasado, películas clásicas como The Sound of Music y Grease inspiraron proyecciones interactivas donde se animaba a los miembros de la audiencia a unirse a sus números musicales favoritos. Estos eventos crearon una atmósfera única donde los fanáticos podían sumergirse completamente en el mundo de la película y conectarse con otros entusiastas.
Con Wicked siendo adaptada a una película, no es sorprendente que las audiencias se sientan obligadas a participar en cantos durante las proyecciones. El musical tiene una base de fanáticos dedicada que conoce cada letra de memoria. Este nivel de compromiso demuestra el poder duradero de la música y la narración para cautivar a las audiencias mucho después de su estreno inicial.
Mientras algunos pueden argumentar que los cantos espontáneos pueden ser disruptivos y restar valor a la experiencia cinematográfica, otros creen que la mejoran. Cantar permite a los espectadores involucrarse más profundamente con la historia y los personajes en pantalla, creando una atmósfera inmersiva y comunitaria dentro del cine. Se convierte en una celebración colectiva donde extraños se unen a través de su amor compartido por la música y el cine.
Por supuesto, no todos se sentirán cómodos participando en estas actuaciones improvisadas. Algunas personas asisten a las películas como una forma de escape o relajación, prefiriendo disfrutar del filme sin distracciones ni interacciones adicionales. El respeto por las experiencias de visualización de los demás es crucial para asegurar que todos puedan apreciar y disfrutar plenamente de su tiempo en el cine.
A medida que Moana 2 llega a los cines, los fanáticos anticipan con entusiasmo otra oportunidad de abrazar la magia de la narración musical de Disney. Ya sea que los cantos espontáneos se conviertan o no en una ocurrencia común durante las proyecciones, el lanzamiento de la película sirve como un recordatorio del atractivo duradero de los musicales y su capacidad para transportar al público a nuevos mundos a través de la canción.
Así que, la próxima vez que te encuentres en un cine y la necesidad de cantar se vuelva irresistible, recuerda que El Rock mismo te anima a desatar tu intérprete interior. Abraza la experiencia musical, deja que tu voz vuele y únete a otros para crear una sinfonía de alegría compartida.