Las rápidas y significativas inversiones de China en la expansión y fortificación de bases aéreas han creado un desequilibrio preocupante con los Estados Unidos, generando serias inquietudes sobre la preparación militar, según un informe del Hudson Institute. En la última década, el Ejército Popular de Liberación (EPL) ha construido más de 3,000 refugios para aeronaves y ha añadido múltiples pistas, superando los esfuerzos de EE. UU. por un amplio margen. Estos avances posicionan a Pekín para albergar o ocultar la mayoría de sus aeronaves de combate, creando una ventaja estratégica en cualquier conflicto potencial.
La Superioridad Aérea de China en Tierra
El informe del Hudson Institute subraya la disparidad en la infraestructura de bases aéreas. Mientras China ha expandido agresivamente su red de bases aéreas desde 2010, EE. UU. ha adoptado un enfoque «modesto», realizando mínimas mejoras en sus refugios para aeronaves y pistas.
“La abrumadora mayoría de las pérdidas de aeronaves de EE. UU. probablemente ocurrirían en tierra en los aeródromos”, escribieron los autores del informe, Thomas Shugart y Tim Walton. “El ejército de EE. UU. ha dedicado relativamente poca atención y pocos recursos a contrarrestar estas amenazas en comparación con el desarrollo de aeronaves modernas”.
Desequilibrio Estratégico Alarmante
El informe destaca un marcado desequilibrio numérico: incluso con acceso a aeródromos en naciones aliadas como Taiwán, Japón, Corea del Sur y Filipinas, EE. UU. enfrentaría un déficit del 25% en capacidad de bases aéreas en comparación con China. Si EE. UU. dependiera únicamente de los aeródromos japoneses, este desequilibrio aumentaría a un alarmante 88%.
Esta brecha hace que las bases aéreas de EE. UU. y sus aliados sean altamente vulnerables. El PLA podría lograr una dominación operativa con menos ataques, paralizando la capacidad de las fuerzas estadounidenses para mantener operaciones aéreas.
“Estrategicamente, esta asimetría desestabilizadora corre el riesgo de incentivar a la RPC a ejercer una ventaja de primer movimiento”, advirtió el informe. “China podría iniciar un conflicto si ve una oportunidad para anular el poder aéreo del adversario en la rampa.”
Implicaciones para la Estrategia de EE. UU.
Los hallazgos pintan un panorama sombrío para la preparación militar de EE. UU. en la región Indo-Pacífico. Sin una inversión significativa en fortificaciones de bases aéreas y nuevas estrategias operativas, EE. UU. corre el riesgo de quedarse atrás en un área crítica del poder militar.
Recomendaciones del Instituto Hudson
Para abordar esta vulnerabilidad, el Instituto Hudson esboza varios pasos urgentes para EE. UU.:
- Fortalecer las Bases Aéreas: Fortalecer las bases aéreas para soportar posibles ataques es primordial. Esto incluye la construcción de refugios adicionales para aeronaves y el endurecimiento de la infraestructura existente.
- Invertir en Aeronaves de Larga Duración: Desarrollar aeronaves capaces de operar desde ubicaciones más distantes y seguras mitigaría los riesgos asociados con aeródromos comprometidos.
- Desplegar Municiones Avanzadas: El informe aboga por municiones potentes de stand-off y stand-in capaces de atacar bases aéreas enemigas. Esto obligaría a China a desviar recursos hacia la defensa, reduciendo su capacidad ofensiva.
El Costo de la Inacción
La disparidad en la preparación de las bases aéreas representa no solo una desventaja táctica, sino una vulnerabilidad estratégica que podría alentar a China a actuar de manera preventiva. Al no abordar estas brechas, EE. UU. corre el riesgo de socavar su capacidad para proyectar poder y defender sus intereses en la región.
El informe del Instituto Hudson sirve como una advertencia contundente: sin una inversión inmediata y sostenida, EE. UU. podría encontrarse en una grave desventaja en cualquier conflicto futuro con China.