En un duro golpe al sistema de defensa del ejército ruso, las fuerzas ucranianas han afirmado haber destruido con éxito un sistema de radar de $5 millones en un ataque en Crimea. El Ministerio de Defensa de Ucrania anunció que la Inteligencia de Defensa de Ucrania (GUR) había incapacitado el sistema de radar «Podlyot» estacionado en el oeste de Crimea. Aunque no proporcionaron detalles sobre cómo se destruyó el equipo, este importante desarrollo muestra el creciente poder y determinación de Ucrania en su conflicto en curso con Rusia.
El sistema de radar Podlyot-K1 es una unidad móvil altamente avanzada capaz de detectar hasta 200 objetivos aéreos simultáneamente, con un alcance de detección de hasta 180 millas. Diseñada específicamente para identificar amenazas de baja altitud como drones, esta tecnología ha sido utilizada extensamente por las Fuerzas de Defensa Aérea de Rusia desde 2015. Su destrucción dificulta severamente la capacidad de Rusia para rastrear y responder a este tipo de amenazas aéreas.
La operación exitosa llevada a cabo por el GUR marca un hito significativo para Ucrania, ya que no solo demuestra su capacidad militar, sino que también subraya su compromiso de defender su soberanía. En una declaración publicada en la plataforma de redes sociales Telegram, el GUR afirmó: «El 28 de noviembre de 2024, como resultado de una operación exitosa…el complejo de radar ‘podlyot’ ruso fue destruido.» Este logro destaca aún más la determinación de Ucrania de resistir la agresión rusa.
El costo estimado del complejo de radar enemigo destruido es de $5 millones y se utilizaba principalmente para emitir designaciones de objetivos para los formidables sistemas de defensa aérea S-300 y S-400 de Rusia. Al neutralizar este componente crucial de la infraestructura defensiva de Rusia, las fuerzas ucranianas han infligido un golpe significativo a su adversario.
Mientras el Ministerio de Defensa de Ucrania celebra esta victoria, sigue sin estar claro cómo responderá Rusia. Newsweek se puso en contacto con el Ministerio de Defensa ruso para confirmar la destrucción del equipo de radar, pero aún no ha recibido respuesta. Sin embargo, este desarrollo demuestra la creciente intensidad del conflicto entre Ucrania y Rusia.
Crimea, una ruta de suministro importante para el ejército ruso desde la escalada de la guerra, se ha convertido en un objetivo principal para los ataques ucranianos. El puente de Kerch, que conecta Crimea con la Rusia continental, ha enfrentado repetidos ataques a lo largo de 2022 y 2023. En respuesta, Rusia ha fortificado el puente con barreras submarinas en un intento de asegurar su importancia estratégica.
Las recientes escaladas en la guerra han visto a ambos lados lanzando ataques más profundos en el territorio enemigo. Tras la aprobación del presidente Joe Biden para ataques de largo alcance dentro de las fronteras rusas, Ucrania utilizó misiles suministrados por el Reino Unido para atacar la finca Maryino, un centro de mando de las fuerzas armadas rusas que se sospecha alberga tropas norcoreanas. Estos desarrollos indican que Ucrania está dispuesta a tomar acciones audaces y colaborar con aliados internacionales para hacer frente a la agresión rusa.
Además, más de 10,000 tropas norcoreanas han sido desplegadas en Kursk, el epicentro de los recientes enfrentamientos, después de que Pyongyang prometiera apoyo para la invasión de Rusia. Este aflujo de tropas extranjeras complica aún más la dinámica del conflicto y plantea preocupaciones sobre las posibles implicaciones regionales.
A medida que las tensiones continúan escalando entre Ucrania y Rusia, es crucial monitorear cómo cada lado responde a estos desarrollos significativos en el campo de batalla. La destrucción del sistema de radar de 5 millones de dólares sirve como testimonio de la determinación y resiliencia de Ucrania en la defensa de su soberanía contra la agresión rusa. Con el apoyo internacional y sus propias capacidades militares fortaleciéndose constantemente, Ucrania se mantiene firme en su lucha por la autonomía.