A medida que Donald Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca en enero, el presidente saliente Joe Biden está considerando, según informes, emitir indultos preventivos para aliados clave y funcionarios que podrían convertirse en objetivos de la administración de Trump. Este movimiento inusual podría proteger a figuras de alto perfil como Anthony Fauci, Liz Cheney y Adam Schiff de posibles represalias políticas.
Las discusiones sobre indultos preventivos están supuestamente en marcha entre los abogados de la Casa Blanca, con Biden consultando a asesores senior sobre las implicaciones legales y políticas. Aunque estos indultos son raros, tienen un precedente histórico, como el indulto controvertido de Gerald Ford a Richard Nixon en 1974.
Una Amenaza Inminente
Trump ha prometido públicamente tomar acciones legales contra sus oponentes políticos. Sus comentarios sobre “encerrar” a críticos, como Cheney, y los informes de que el director designado del FBI, Kash Patel, está elaborando una lista de objetivos han aumentado las preocupaciones dentro del Partido Demócrata.
El representante Brendan Boyle expresó un fuerte apoyo a que Biden emita “indultos generales” para proteger a los aliados de lo que él llamó una “amenaza muy real” de persecución política. Por otro lado, algunos demócratas, incluido Schiff, se han opuesto a la idea, advirtiendo que podría parecer defensiva y innecesaria.
Contexto Legal e Histórico
Los indultos preventivos, aunque poco comunes, son legales bajo la ley de EE. UU. La decisión de la Corte Suprema de 1866 en Ex parte Garland afirmó que los poderes de indulto presidencial son “plenos”, extendiéndose a crímenes cometidos antes de que se presenten cargos. Ejemplos notables incluyen los indultos de Abraham Lincoln durante la Guerra Civil, los indultos de Jimmy Carter para los evasores del servicio militar de Vietnam, y el indulto de George H.W. Bush a Caspar Weinberger durante el escándalo Irán-Contra.
Una Apuesta Política
Si bien los indultos preventivos podrían proteger a los aliados de Biden, también conllevan riesgos políticos significativos. Los críticos argumentan que tales acciones podrían profundizar divisiones y provocar acusaciones de abuso de poder. El mismo Biden no es ajeno a la controversia sobre indultos, habiendo otorgado recientemente clemencia a su hijo Hunter Biden, un movimiento que enfrentó un escrutinio bipartidista.
Los funcionarios de la Casa Blanca aún no se han pronunciado sobre el asunto, dejando preguntas sobre el alcance y el momento de cualquier indulto potencial.
Un Escudo Estratégico
Si Biden procede, los indultos preventivos enviarían una señal clara de que pretende proteger a sus aliados de vendettas políticas percibidas. Con la presidencia de Trump a la vista y el clima político más polarizado que nunca, la decisión podría establecer un precedente definitorio sobre cómo las administraciones salientes se preparan para cambios dramáticos en el poder.