El viaje sin precedentes de Donald Trump para recuperar la Casa Blanca alcanzará un hito extraordinario el viernes, justo diez días antes de su inauguración para un segundo mandato como presidente. La Corte Suprema de EE. UU., en una decisión muy ajustada de 5-4, rechazó su último intento desesperado de retrasar la sentencia en su caso de pagos de silencio en Nueva York. Esta decisión prepara el escenario para un momento histórico: Trump se convertirá en el primer presidente en asumir el cargo con una condena criminal en su historial oficial.
Aunque el juez Juan Merchan ya ha declarado que no impondrá una pena de cárcel, la imagen es asombrosa. El futuro comandante en jefe aparecerá como un demandado en un procedimiento penal, asistiendo virtualmente desde su residencia en Florida.
Una Presidencia Sombreada por la Condena
La yuxtaposición de la condena de Trump con su inminente inauguración crea otro capítulo de eventos sin precedentes en la política estadounidense. Después de sobrevivir a cuatro acusaciones criminales durante su campaña, la condena de Trump por 34 cargos de falsificación de registros comerciales—derivados de pagos de silencio a Stormy Daniels en 2016—se convertirá en una parte indeleble de su legado presidencial. El expresidente se declaró no culpable y niega el supuesto affair.
Trump, no sorprendentemente, arremetió contra el poder judicial tras el fallo de la Corte Suprema. “Esto es una vergüenza. Estamos apelando de todos modos,” dijo a los reporteros en Mar-a-Lago. Su ataque contra el juez Merchan, a quien acusó de intentar “avergonzarlo,” solo amplificó sus quejas. “Soy el presidente electo de los Estados Unidos de América, y están jugando juegos políticos,” exclamó Trump.
Corte Suprema Dividida—Dos Conservadores Se Unen a los Liberales
La denegación de la Corte Suprema marcó una rara derrota para la estrategia legal de Trump de aprovechar apelaciones interminables para retrasar la responsabilidad. El presidente del tribunal, John Roberts, y la jueza Amy Coney Barrett, una designada por Trump, se unieron a los jueces liberales del tribunal para rechazar la demora, enfatizando que las quejas de Trump sobre violaciones evidenciales y supuestas cargas sobre sus responsabilidades como presidente electo no justificaban una suspensión.
Roberts, quien se espera que presida la toma de posesión de Trump el 20 de enero, ahora enfrenta la extraordinaria tarea de inaugurar a un presidente bajo la sombra de una condena criminal. Mientras tanto, cuatro jueces conservadores, incluido Samuel Alito, disintieron, señalando profundas divisiones dentro del tribunal sobre los enredos legales de Trump.
Un Desafío Legal con Pocas Victorias
El caso del dinero en silencio de Nueva York, presentado por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, pudo haber sido considerado como el más débil de los cuatro casos criminales que Trump enfrentó durante la campaña, pero fue el primero en llegar a una conclusión. Otros casos se han estancado o han colapsado:
- Caso de Interferencia en las Elecciones Federales: Desestimado por la jueza Tanya Chutkan después de que el fiscal especial Jack Smith concluyera que un presidente en funciones no puede ser procesado, siguiendo la guía del DOJ.
- Caso de Documentos Clasificados: Descartado por la jueza Aileen Cannon, designada por Trump, quien dictaminó que el nombramiento de Smith como consejero especial era inconstitucional.
- Caso de Interferencia en las Elecciones de Georgia: Ahora en un limbo después de que un tribunal de apelaciones descalificara a la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, debido a una supuesta impropiedad relacionada con una relación romántica pasada con un colega en el caso.
Consecuencias Políticas y Legales
La decisión de la Corte Suprema subraya la delgada línea que la judicatura camina al equilibrar los desafíos legales de Trump y su regreso sin precedentes al poder. Los críticos han temido durante mucho tiempo que la corte reconfigurada por Trump pudiera mostrar una deferencia indebida hacia él en un segundo mandato lleno de pruebas constitucionales. Sin embargo, la decisión del jueves sugiere que Trump puede no disfrutar de un apoyo judicial absoluto.
Sumando al misterio, dos de los abogados que presentaron la apelación de Trump ante la Corte Suprema—Todd Blanche y D. John Sauer—han sido seleccionados para ocupar altos cargos en su próxima administración.
Mientras tanto, los problemas legales de Trump continúan acumulándose. Un tribunal federal de apelaciones despejó el camino el jueves para que el Departamento de Justicia publicara el informe final de investigación del consejero especial Smith. Se espera que Trump también apele esta decisión ante la Corte Suprema, preparando el escenario para más batallas legales de alto riesgo.
Una Presidencia Definida por el Conflicto
El regreso de Trump a la Casa Blanca promete ser tan contencioso como su primer mandato, con sus problemas legales y su retórica combativa listos para dominar los titulares. Su condena criminal polarizará aún más una nación ya dividida, alimentando tanto la lealtad de su base como la indignación de sus críticos.
A medida que Trump se prepara para navegar este capítulo sin precedentes en la historia estadounidense, una cosa está clara: el camino por delante será tan turbulento como el que lo trajo aquí.