La vigilancia encubierta de la agencia de inteligencia de Hungría sobre funcionarios de la UE ha sido expuesta, revelando alarmantes actividades de espionaje. Los informes indican que funcionarios de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude supuestamente fueron objeto de seguimientos, escuchas telefónicas e incluso de hackeos en sus laptops por parte de la Oficina de Información de Hungría, el equivalente de la CIA en Budapest.
"No estamos tratando con informes de noticias falsas," enfatizó Bertalan Havasi, jefe de prensa de la oficina del primer ministro húngaro Viktor Orbán, en respuesta a las revelaciones descubiertas por una investigación conjunta de Direkt36 y De Tijd. La investigación arrojó luz sobre el acoso a investigadores de la UE por parte de la agencia de espionaje de Hungría, particularmente aquellos de OLAF que estaban investigando a una empresa húngara vinculada al yerno de Orbán.
Sombras de Vigilancia
Las inquietantes prácticas expuestas entre 2015 y 2017 revelaron casos en los que funcionarios de la UE que visitaban Hungría fueron objeto de seguimientos físicos durante sus viajes y de interceptaciones de sus comunicaciones. El informe destacó la naturaleza rutinaria con la que la agencia de inteligencia de Hungría realizaba registros en las habitaciones de hotel ocupadas por delegaciones de la UE, extrayendo datos de sus dispositivos electrónicos.
Según el informe de investigación, la historia de hackeo telefónico de Budapest se extiende más allá de los funcionarios de la UE, abarcando a periodistas, activistas y figuras de la oposición. El reconocimiento de la compra de software espía israelí por parte del gobierno en 2021 subraya aún más las preocupantes tácticas de vigilancia empleadas. Además, un incidente a principios de este año involucrando un ciberataque a un eurodiputado crítico acentúa la naturaleza omnipresente de las actividades de espionaje de Hungría.
Respuesta Silenciosa de OLAF
A la luz de estas revelaciones, un portavoz de OLAF se abstuvo de comentar de inmediato cuando fue abordado por POLITICO. El silencio de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, el principal objetivo de los esfuerzos de espionaje de Hungría, plantea preguntas sobre la magnitud del impacto de estas operaciones encubiertas en las instituciones de la UE y su capacidad para llevar a cabo investigaciones independientes.
A medida que las implicaciones de las actividades de vigilancia clandestina de Hungría continúan desenredándose, la necesidad de transparencia, responsabilidad y salvaguardias contra tales violaciones de la privacidad se vuelve primordial. La exposición de estas impactantes afirmaciones de espionaje sirve como un recordatorio contundente de los desafíos que plantea el espionaje patrocinado por el estado dentro de la Unión Europea y la imperiosa necesidad de medidas robustas para salvaguardar la integridad de los procesos de investigación.