En un giro dramático de los acontecimientos, la primera ministra danesa Mette Frederiksen ha solicitado conversaciones directas con el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, tras sus controvertidas declaraciones sobre la posibilidad de tomar el control de Groenlandia por la fuerza. Las declaraciones de Trump, que provocaron titulares a nivel mundial, han generado alarmas tanto en Dinamarca como en Groenlandia.
“Groenlandia Pertenece a los Groenlandeses”
Frederiksen confirmó tarde del jueves que se ha puesto en contacto con Trump para una conversación, pero no espera que el diálogo tenga lugar antes de su toma de posesión el 20 de enero.
«Hemos sugerido una conversación [con Trump], y espero que se lleve a cabo,» dijo Frederiksen a los reporteros, reiterando la firme postura de Dinamarca: “Groenlandia pertenece a los groenlandeses.”
Sus comentarios se produjeron apenas dos días después de que Trump no descartara medios militares o económicos para adquirir Groenlandia, un territorio danés autónomo desde hace mucho tiempo. Mientras Frederiksen enfatizaba que “no hay razón para creer” que Trump planee invadir la isla ártica, subrayó la “estrecha cooperación” entre Dinamarca y Estados Unidos como aliados de la OTAN.
El Impulso de Groenlandia por la Independencia se Intensifica
Mientras tanto, el Primer Ministro de Groenlandia, Múte Egede, aprovechó el momento para reafirmar las demandas de plena independencia de Dinamarca. Refiriéndose al pasado colonial de la isla, Egede declaró que era hora de “liberarse de las cadenas de la era colonial.”
Groenlandia, con una población de solo 60,000, ha disfrutado de un gobierno autónomo desde 1979, pero sigue siendo estratégicamente rica en recursos. Sus recursos naturales sin explotar y su posición en el Ártico la han convertido en un premio codiciado en el escenario geopolítico, intensificando el foco en su futura gobernanza.
La Visita Polarizadora de Trump Jr.
Sumando leña al fuego, Donald Trump Jr. visitó recientemente Groenlandia, afirmando que los isleños estaban ansiosos por unirse a los EE. UU. Compartió fotos y videos en redes sociales de groenlandeses usando gorras MAGA y alabando el interés de Trump en la isla. Sin embargo, Pipaluk Lynge, una política groenlandesa de alto nivel, calificó la visita de “montaje” y advirtió a los EE. UU. sobre replicar su tratamiento a los pueblos indígenas de Alaska.
“Dinamarca, no se preocupa por nosotros,” se escuchó decir a un groenlandés en un video compartido por Trump, que el presidente electo subtituló con: “¡Nos veremos de nuevo — PRONTO!”
La Diplomacia Estratégica de Dinamarca
Los funcionarios daneses han intentado restar importancia a la retórica de Trump. El Ministro de Relaciones Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, instó a los observadores a “tomar a Donald Trump en serio sin tomarlo literalmente.” Sin embargo, la situación sigue siendo tensa ya que la visión expansionista de Trump ha introducido un elemento volátil en las relaciones entre EE. UU. y Dinamarca.
Frederiksen también abordó las acusaciones de Trump Jr. de que los daneses son racistas hacia los groenlandeses, admitiendo que aunque el racismo existe, “no se puede decir que los daneses sean racistas en general.”
El tablero de ajedrez ártico
A medida que los comentarios de Trump reverberan, el Ártico emerge como un tablero geopolítico. Para Groenlandia, la atención repentina ha amplificado su movimiento independentista. Para Dinamarca, el desafío radica en defender su soberanía mientras mantiene relaciones con un aliado poderoso. Y para EE. UU., las apuestas no podrían ser más altas, ya que el control de Groenlandia podría remodelar drásticamente su estrategia ártica.
El diálogo planeado de Frederiksen con Trump será fundamental para determinar si esta tensión latente se intensifica o disminuye. Por ahora, el mundo observa mientras el destino de Groenlandia está en la balanza.