El presidente electo Donald Trump está instando a los miembros de la OTAN a aumentar su gasto en defensa a un 5% de su PIB, un porcentaje sin precedentes—más del doble del actual 2% de referencia de la alianza, según informes del Financial Times y The Telegraph. Esta demanda, si se materializa, marcaría un cambio sísmico en las expectativas de financiación militar de la OTAN y los compromisos de seguridad global.
El Sorprendente Objetivo de Gasto en Defensa del 5% de Trump
El equipo de Trump supuestamente ha comunicado a los funcionarios europeos que los aliados de la OTAN deben aumentar significativamente sus presupuestos de defensa tras su inauguración el 20 de enero de 2025. Esta cifra eclipsa el actual objetivo de gasto de la OTAN del 2%, que ha sido un tema controvertido entre los estados miembros.
La demanda representa una continuación—y escalada—de los llamados anteriores de Trump por un mayor gasto en defensa durante su primer mandato presidencial. En ese entonces, propuso un objetivo del 4%, que fue recibido con una amplia resistencia. Ahora, su solicitud del 5% señala un cambio hacia lo que el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ha denominado una «mentalidad de tiempo de guerra».
Rutte Apoya un Objetivo Mayor, Pero Se Detiene en el 5%
El Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ha hecho eco de algunos de los sentimientos de Trump, reconociendo la necesidad de aumentar la financiación de la defensa en medio de amenazas globales en aumento.
«Tendremos que gastar más… Será mucho más del 2 por ciento,» dijo Rutte durante una reciente cumbre europea en Budapest. Añadió que la OTAN ya estaba trabajando hacia un objetivo del 3% para 2030, pero la demanda del 5% de Trump supera con creces esos planes.
Rutte enfatizó la necesidad de que la OTAN se adapte a los desafíos de seguridad modernos, afirmando: “Es hora de cambiar a una mentalidad de tiempos de guerra.”
El apoyo de EE. UU. a Ucrania continuará bajo Trump
A pesar de las críticas previas de Trump a la ayuda militar de la administración Biden a Ucrania, su equipo ha informado que ha tranquilizado a los funcionarios europeos de que EE. UU. mantendrá su apoyo a Kyiv. Este compromiso busca abordar las preocupaciones europeas sobre el futuro papel de Washington en el conflicto, especialmente después de que Trump y el vicepresidente electo J.D. Vance criticaran los compromisos financieros de Biden con Ucrania durante su campaña.
Una revolución en el gasto de la OTAN ya en marcha
El objetivo de gasto del 2% de la OTAN ha visto un cumplimiento récord en 2023, con 23 de los 32 estados miembros alcanzando la meta, según un informe de la OTAN de junio. Sin embargo, cumplir con la demanda del 5% de Trump requeriría una reestructuración financiera sin precedentes para la mayoría de las naciones.
Países como Alemania y Canadá, que históricamente han tenido dificultades para cumplir incluso con el umbral del 2%, enfrentarían obstáculos económicos y políticos significativos para cumplir. Por el contrario, naciones como Polonia, que ya superan el objetivo del 2%, pueden encontrar el aumento más manejable.
“Pagan sus cuentas o nos vamos”: El ultimátum de Trump a la OTAN
La postura dura de Trump sobre la financiación de la OTAN se subrayó aún más en una reciente entrevista con NBC, donde declaró que EE. UU. “absolutamente” permanecería en la OTAN—si los aliados cumplían con sus obligaciones financieras.
«Si ellos [los aliados] pagan sus cuentas,» dijo Trump, añadiendo, «no tendría ningún problema en irme si ese no fuera el caso.»
Esta retórica reaviva los temores de la primera administración de Trump, cuando sus críticas a la OTAN generaron preocupaciones sobre el compromiso de EE. UU. con la alianza. Su nueva demanda plantea interrogantes sobre cómo los aliados de la OTAN navegarán la tensión entre el aumento del gasto y las prioridades internas.
El Camino por Delante para la OTAN
El objetivo de gasto en defensa del 5% de Trump podría redefinir el papel de la OTAN en la seguridad global, pero la propuesta probablemente enfrentará una resistencia significativa. Mientras que Rutte y algunos líderes están de acuerdo en la necesidad de aumentar el gasto, lograr un salto tan dramático podría resultar políticamente y económicamente insostenible para muchos estados miembros.
Ahora se ha preparado el escenario para debates acalorados dentro de la OTAN, con Trump listo para usar su enfoque de «América Primero» como palanca para impulsar a los aliados hacia mayores contribuciones. Si la alianza se adaptará a estas demandas o se fracturará bajo la presión, queda por verse.