El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha declarado que su campaña militar en Gaza continuará hasta lograr una “victoria total”. Sin embargo, detrás de esta retórica vaga se esconde una agenda más oscura y siniestra: la limpieza étnica sistemática de las regiones del norte de Gaza para abrir paso a asentamientos judíos exclusivos. Este objetivo no declarado subraya la verdadera naturaleza de la devastación en curso en Gaza y la difícil situación de sus 2.3 millones de residentes.
La Agenda Oculta
Desde la incursión liderada por Hamas en Israel el 7 de octubre de 2023, Netanyahu ha enmarcado su campaña militar como una misión para eliminar amenazas y liberar a los cautivos israelíes. Sin embargo, los grupos de resistencia palestinos habían ofrecido un intercambio de prisioneros al inicio del conflicto, que Netanyahu rechazó de plano. Los analistas argumentan que su negativa fue impulsada menos por preocupaciones de seguridad y más por su estrategia más amplia de reocupar Gaza y expulsar a su población nativa.
Miembros clave del gabinete de Netanyahu, incluidos el ministro de Finanzas de extrema derecha Bezalel Smotrich y el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, han pedido abiertamente la reocupación de Gaza. Smotrich describió la situación como una “oportunidad única” para desplazar a los palestinos y establecer nuevos asentamientos solo para judíos. Ben Gvir ha expresado sentimientos similares, abogando por la “conquista” de Gaza y la eliminación forzada de cientos de miles de palestinos.
Una Campaña Genocida
En el terreno, las acciones militares de Israel reflejan esta escalofriante agenda. El norte de Gaza, incluyendo localidades como Beit Lahia, Beit Hanoun y Jabalia, ha enfrentado bombardeos incesantes y desplazamiento forzado. Los camiones de ayuda han sido bloqueados y los convoyes humanitarios han sido denegados de entrada. Mujeres y niños están buscando entre la basura por comida mientras la hambruna se extiende.
En paralelo, las fuerzas israelíes han comenzado a construir una barrera para aislar el norte de Gaza, demolando barrios enteros para crear un camino de 5.6 millas que atraviesa el enclave. Human Rights Watch ha condenado estas acciones como crímenes de lesa humanidad, caracterizando la despoblación forzada del norte de Gaza como parte de una política oficial para borrar su identidad palestina.
El exministro de Defensa israelí Moshe Ya’alon describió recientemente la guerra de Netanyahu como una de “ocupación, anexión y limpieza étnica.” Ya’alon destacó que áreas como Beit Hanoun y Beit Lahia ya han sido efectivamente borradas del mapa.
Colonización por Diseño
El uso de pancartas naranjas por parte de los soldados israelíes durante la campaña, simbolizando llamados a nuevos asentamientos judíos, es un recordatorio contundente de las ambiciones coloniales del país. Estas pancartas recuerdan las protestas contra la decisión del ex Primer Ministro Ariel Sharon en 2005 de evacuar a los colonos de Gaza. Netanyahu, quien renunció al gobierno de Sharon en protesta, parece decidido a revertir esa decisión y restaurar el control judío sobre Gaza.
El derecho internacional considera inequívocamente que todos los asentamientos israelíes en territorios ocupados, incluidos Gaza y Cisjordania, son ilegales. Sin embargo, el gobierno de Netanyahu ha continuado desafiando estas leyes con impunidad, habilitado por gobiernos occidentales que en gran medida enmarcan las acciones de Israel como defensa propia.
Un Fracaso Global
Los líderes occidentales, incluido el presidente de EE. UU., Joe Biden, han permanecido cómplices en la campaña genocida de Netanyahu. Si bien Biden ha expresado preocupación por los cautivos israelíes, ha mostrado poca simpatía por las décadas de sufrimiento que han soportado los palestinos bajo ocupación. Esta compasión selectiva ha fortalecido a Israel para escalar su campaña de violencia, todo mientras la comunidad internacional cierra los ojos.
Las Naciones Unidas y otros organismos globales se han visto impotentes. Ajith Sunghay, el jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, reveló que Israel ha bloqueado constantemente las entregas de ayuda al norte de Gaza. El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, ha denunciado el bombardeo “incesante” y las evacuaciones forzadas como violaciones del derecho humanitario.
El Verdadero Objetivo de Netanyahu
El mantra de Netanyahu de “victoria total” no se trata de seguridad, sino de remodelar Gaza para la expansión de los colonos. La destrucción sistemática de hogares palestinos, el hambre de civiles y la obstrucción de la ayuda humanitaria apuntan a una estrategia deliberada de limpieza étnica.
A medida que el mundo observa cómo se desarrolla esta tragedia, el verdadero costo de los objetivos de guerra no declarados de Netanyahu se mide en vidas perdidas, comunidades borradas y una región empujada aún más hacia el caos.