La primera ministra italiana Giorgia Meloni ha presentado su presupuesto para 2025, un plan de gastos diseñado para satisfacer los estrictos objetivos de déficit de la UE mientras mantiene el favor de su base electoral. Sin embargo, los críticos argumentan que el presupuesto sacrifica servicios públicos críticos en favor de iniciativas políticamente motivadas, lo que plantea el espectro de la austeridad para una nación que ya enfrenta incertidumbre económica.
Un Acto de Equilibrio Entre Bruselas y Roma
El presupuesto de Meloni incluye más de 10 mil millones de euros en recortes de impuestos dirigidos a votantes clave y un aumento en el apoyo a nuevos padres, todo mientras se adhiere a una reducción anual del déficit del 0.5% impuesta por la UE. Estas medidas son parte de la inclusión de Italia en un programa de monitoreo especial tras el gasto excesivo posterior al COVID.
A pesar de una economía en desaceleración, Meloni encontró margen fiscal al eliminar un costoso incentivo fiscal para propietarios de viviendas, aumentando la recaudación de impuestos y beneficiándose de tasas de interés más bajas sobre la deuda soberana italiana.
“Este presupuesto muestra que Italia es un país creíble—al contrario del caos visto en Alemania,” dijo Nicola Calandrini, un senador de la coalición Hermanos de Italia de Meloni.
Críticas a los Recortes de Gasto y la Austeridad
El presupuesto ha recibido fuertes críticas por sus recortes en el gasto, particularmente en áreas como la atención médica, la educación y los servicios sociales. Se planean más de 11 mil millones de euros en recortes ministeriales y municipales durante los próximos tres años, y un modesto aumento de pensiones de 1,90 € al mes ha sido considerado inadecuado por los críticos.
Un problema evidente es la falta de financiamiento en la atención médica, que los organismos de control han vinculado a las condiciones deterioradas en los hospitales. La reciente muerte de una mujer en una sala de emergencias de Palermo después de esperar ocho días sin tratamiento se ha convertido en un trágico símbolo de la presión que enfrenta el sistema.
“Es una presión sobre la atención médica que cuesta vidas,” señaló el periodista Francesco Costa en su pódcast diario.
Prioridades Políticamente Cargadas
Mientras los servicios públicos esenciales enfrentan austeridad, el presupuesto de Meloni incluye fondos para proyectos y políticas considerados políticamente motivados. Entre los más controvertidos se encuentran 15 mil millones de euros destinados a un puente que conectará Sicilia con la Italia continental, un proyecto que los críticos han calificado como una “iniciativa de vanidad.”
Un impuesto inesperado sobre los bancos y un impuesto propuesto sobre criptomonedas fueron ambos diluidos, aparentemente para apaciguar los intereses empresariales. Mientras tanto, el gobierno enfrentó el clamor público por una disposición retirada que habría aumentado los salarios de los ministros en 7,000 €.
“Están recortando servicios sociales, escuelas y atención médica, pero gastando miles de millones en proyectos de vanidad y armas,” dijo el legislador de la Alianza Verde y de Izquierda, Angelo Bonelli. “Es el peor presupuesto de todos los tiempos.”
Indignación de la Oposición
Los legisladores de la oposición han denunciado el apresurado paso del proyecto de ley por el Senado de Italia, afirmando que se les dio poco tiempo para debatir o proponer enmiendas. El senador Matteo Renzi, líder de Italia Viva y ex primer ministro, criticó el enfoque de Meloni por priorizar la lealtad partidaria sobre la nación.
“Meloni está violando todas las reglas del parlamento,” dijo Renzi. “Has puesto al partido antes que al país.” Sin embargo, en un comentario mordaz, añadió: “No hay mucho que criticar—porque no hay nada en este presupuesto.”
Mirando Hacia Adelante: Austeridad y Descontento Público
A medida que Italia entra en 2025, el presupuesto de Meloni enfrenta el desafío de reconciliar las demandas de Bruselas con las necesidades internas. Los críticos advierten que las medidas de austeridad podrían empeorar el descontento público, especialmente a medida que las poblaciones vulnerables enfrentan costos crecientes y servicios subfinanciados.
El éxito de Meloni en aprobar el presupuesto a través de una mayoría parlamentaria estable podría comprarle capital político, pero su capacidad para generar crecimiento y abordar las quejas de los ciudadanos determinará si este presupuesto es un riesgo calculado o un error a largo plazo.