Rumanía ha fijado el 4 de mayo como la fecha para la repetición de su elección presidencial, pero las apuestas siguen siendo altas, ya que el ultranacionalista Călin Georgescu, cuya sorprendente victoria en la primera vuelta el pasado noviembre fue anulada, continúa dominando la conversación política. A pesar de las acusaciones de irregularidades en la financiación de la campaña y las acusaciones de interferencia extranjera, Georgescu parece estar en una posición privilegiada para seguir siendo un candidato principal, con un apoyo creciente entre los votantes frustrados.
Una Nación Dividida: El Ascenso de Georgescu a la Prominencia
La victoria inicial de Georgescu, asegurada con solo el 23% de los votos, envió ondas de choque a través de Rumanía y sus aliados. Su retórica populista, escepticismo hacia las vacunas y elogios al presidente ruso Vladimir Putin alarmaron a los observadores occidentales, que lo ven como una amenaza para la alineación pro-UE y OTAN de Rumanía. Su éxito se atribuyó en gran medida a una campaña viral en TikTok que apeló a los votantes desilusionados cansados del clientelismo arraigado de la élite política tradicional de Rumanía.
Aunque la elección fue anulada debido a supuestas «acciones híbridas» rusas y acusaciones de financiación no declarada, la narrativa de Georgescu de ser una víctima del viejo orden político solo ha fortalecido su atractivo.
“Las frustraciones que canaliza como candidato, la vibra anti-sistema así como sus promesas para el futuro, no pueden ser igualadas fácilmente por otro candidato,” dijo el analista político Radu Magdin.
Un Candidato Controversial Bajo Fuego
La campaña de Georgescu ha estado marcada por acusaciones de irregularidades financieras. Documentos de inteligencia desclasificados sugieren que su campaña recibió 1 millón de euros en fondos no declarados, incluyendo 360,000 euros gastados en anuncios de TikTok. Los fiscales rumanos están investigando a sus financiadores por lavado de dinero, soborno a votantes y fraude informático. A pesar de esto, Georgescu niega cualquier irregularidad, atribuyendo su éxito al apoyo de base.
La decisión del Tribunal Constitucional sobre si se permitirá a Georgescu postularse en mayo sigue siendo un momento crucial. Si es descalificado, su narrativa de persecución por parte del establishment político de Rumanía probablemente resonará aún más fuertemente con su base.
La Política Tradicional Lucha por Contrarrestar a Georgescu
Los partidos tradicionales de Rumanía están luchando por contrarrestar la popularidad de Georgescu. El exlíder del Senado y destacado del Partido Nacional Liberal, Crin Antonescu, ha surgido como su candidato unificado. Sin embargo, la larga ausencia de Antonescu de la política y sus vínculos con el sistema político tradicional de Rumanía podrían convertirlo en un objetivo fácil para la retórica anti-establishment de Georgescu.
“El perfil de Antonescu, sí, puedes decir que es un poco anticuado, pero también puede ser un tesoro,” dijo Magdin, haciendo referencia a sus habilidades oratorias y experiencia. Sin embargo, Magdin reconoció que Antonescu puede tener dificultades para superar la profunda desconfianza que muchos rumanos sienten hacia el establecimiento político.
Sumando al desafío de los partidos tradicionales está el hecho de que la anulación de la votación de noviembre es vista ampliamente como un error. Según una encuesta del Instituto Rumano de Evaluación y Estrategia, la mayoría de los votantes cree que la decisión de cancelar la elección fue incorrecta.
Las Implicaciones Más Amplias para Rumanía y Europa
Las apuestas de esta elección se extienden más allá de Rumanía. La posible presidencia de Georgescu plantea preocupaciones sobre la posición del país en la UE y la OTAN.
“Los partidos políticos tradicionales de Rumanía necesitan explicar a los votantes los peligros de la tendencia extremista que personifica Georgescu y la diferencia entre el modelo europeo, basado en el estado de derecho, y el modelo ruso, basado en la violencia,” dijo Siegfried Mureșan, miembro del Parlamento Europeo por el Partido Nacional Liberal.
Los aliados occidentales están observando de cerca la elección como una prueba de resistencia de los valores proeuropeos en la región, particularmente dado las alegaciones de interferencia rusa en la primera vuelta.
Lo Que Viene
Con solo unos meses para la votación del 4 de mayo, Rumanía se encuentra en una encrucijada. La creciente popularidad de Georgescu refleja un rechazo más amplio al viejo sistema político, pero sus posiciones ultranacionalistas y sus vínculos con patrocinadores controvertidos plantean preguntas significativas sobre la trayectoria futura de Rumanía.
A medida que el país se prepara para la repetición, la pregunta clave sigue siendo: ¿Puede el establecimiento político de Rumanía unirse y recuperar la confianza de los votantes, o la apelación de forastero de Georgescu volverá a desestabilizar el statu quo? Una cosa es segura: esta elección tendrá repercusiones mucho más allá de las fronteras de Rumanía.