El Secretario General de la OTAN ha entregado una fuerte advertencia al presidente electo de EE. UU., Donald Trump, advirtiendo que forzar a Ucrania a un acuerdo de paz desfavorable podría alentar a adversarios como China, Irán y Corea del Norte. Hablando con el Financial Times el 2 de diciembre, Rutte declaró: “Si no hay un buen acuerdo, Xi Jinping podría tener ideas sobre Taiwán”, subrayando las implicaciones globales vinculadas al conflicto de Ucrania con Rusia.
Durante una reunión el 23 de noviembre con Trump en Florida, Rutte enfatizó la necesidad de la participación sostenida de EE. UU. en la OTAN y el apoyo continuo a Ucrania. Su advertencia refleja las crecientes preocupaciones entre los aliados occidentales de que las críticas anteriores de Trump a la OTAN y sus promesas de poner fin a la guerra rápidamente podrían señalar un retroceso de los compromisos de seguridad global.
El jefe de la OTAN subrayó que permitir que Rusia y sus aliados, Irán y Corea del Norte, reclamen una victoria a partir de un débil acuerdo de paz ucraniano presentaría una grave amenaza a la seguridad, no solo para Europa sino también para EE. UU. Rutte destacó el presunto despliegue de soldados y armas de Corea del Norte para ayudar a las fuerzas rusas, advirtiendo que una Moscú triunfante podría alentar a otros regímenes hostiles a Occidente.
La estrategia de paz propuesta por Trump ha generado ansiedad entre los aliados, particularmente tras su nombramiento de Keith Kellogg como enviado especial para las negociaciones de paz en Ucrania. Kellogg ha sugerido previamente congelar la guerra en las líneas del frente actuales y retrasar las ambiciones de Ucrania en la OTAN, una propuesta que Kiev ha rechazado enérgicamente.
Los funcionarios ucranianos han instado a Trump a mantener un enfoque de “paz a través de la fuerza” para disuadir una mayor agresión por parte de Moscú. A medida que los ministros de la OTAN se reúnen del 3 al 4 de diciembre, Kyiv sigue esperanzado por avances en su invitación a la OTAN, un paso crítico en su plan de victoria de cinco puntos. Sin embargo, los informes sugieren que lograr un consenso sobre la membresía de Ucrania sigue siendo una batalla difícil.
La reunión de Rutte con Trump subraya el frágil equilibrio de la seguridad global, mientras los aliados occidentales esperan ansiosamente claridad sobre la política de EE. UU. bajo el presidente electo. Por ahora, las apuestas siguen siendo altas mientras el mundo observa cómo el liderazgo de Trump reformulará los esfuerzos internacionales para enfrentar la agresión rusa y proteger los valores democráticos.