En un discurso de Año Nuevo transmitido por toda China el martes, el presidente Xi Jinping envió un mensaje desafiante: «Nadie puede detener» la reunificación de Taiwán con la China continental. La declaración llega en un momento de crecientes ejercicios militares y fricciones geopolíticas en el estrecho de Taiwán.
“El pueblo chino de ambos lados del estrecho de Taiwán es una familia. Nadie puede romper nuestros lazos de sangre, y nadie puede detener la tendencia histórica de la reunificación de la patria,” afirmó Xi en su discurso televisado, consolidando la postura de Pekín sobre la isla autogobernada.
Presión Intensificada sobre Taiwán
Pekín considera a Taiwán una provincia separatista y no ha descartado el uso de la fuerza para afirmar el control sobre la isla. En los últimos años, China ha amplificado sus actividades militares alrededor de Taiwán, particularmente desde la inauguración del presidente Lai Ching-te en mayo.
Funcionarios taiwaneses informaron que la última ronda de ejercicios militares chinos, llevados a cabo a principios de este mes, fueron los más grandes en años. Si bien Pekín no ha comentado formalmente sobre la escala o la intención de estos ejercicios, subrayan la creciente presión de China sobre la isla democrática.
Taiwán en el Centro de las Tensiones entre EE. UU. y China
El discurso de Xi se produce en un contexto de tensiones crecientes con Estados Unidos, el mayor proveedor de armas y aliado estratégico de Taiwán. Aunque Washington no reconoce formalmente a Taiwán de manera diplomática, sigue comprometido a apoyar la defensa de la isla bajo la Ley de Relaciones con Taiwán.
La ya tensa relación entre Estados Unidos y China enfrenta un mayor estrés a medida que el presidente electo Donald Trump se prepara para asumir el cargo el 20 de enero. Trump ha prometido imponer aranceles a los productos chinos, acusando a Pekín de prácticas comerciales desleales, una afirmación que el gobierno chino niega. La postura de la nueva administración sobre Taiwán podría avivar aún más las tensiones, ya que la isla sigue siendo un punto crítico en las relaciones entre Estados Unidos y China.
Un Cruce Histórico
La retórica de Xi señala el compromiso inquebrantable de Pekín con su objetivo de larga data de reunificación. Sin embargo, la creciente presencia militar alrededor de Taiwán y los vínculos cada vez más estrechos de la isla con Estados Unidos han generado alarmas sobre un posible conflicto.
Con la importancia estratégica de Taiwán como un bastión democrático en la región Asia-Pacífico y un pilar de la producción global de semiconductores, su futuro sin duda dará forma a la trayectoria de las relaciones entre Estados Unidos y China en los próximos años.