Billy Horschel trajo energía y risas al escenario de TGL en Atlanta anoche, demostrando que el golf puede ser más que solo un juego—puede ser puro entretenimiento. El golfista de 38 años sorprendió a los fans y a sus compañeros competidores cuando entró al SoFi Center vistiendo una enorme cadena plateada con la inscripción «Dirty Birds», un tributo a los Atlanta Falcons, y realizó el icónico baile “Dirty Bird”.
Un guiño a la historia de Atlanta
El baile, que se originó hace 27 años tras la derrota de los Falcons ante los Denver Broncos, se volvió legendario cuando el receptor O.J. Santiago celebró una victoria gritando: “¡¿Qué tal esos Dirty Birds?!” El nostálgico tributo de Horschel rindió homenaje a ese momento, fusionando la historia deportiva con su propio estilo único.
Justin Thomas reacciona: “Grabado en mi mente para siempre”
Mientras la entrada de Horschel recibió reacciones mixtas, Justin Thomas, un compañero competidor de TGL, tuvo una opinión humorística sobre la actuación.
“Probablemente viajaría en el tiempo y no vería a Billy hacer el baile ‘Dirty Bird’ si pudiera porque nunca podré sacarlo de mi mente,” bromeó Thomas, según lo citado por SB Nation.
Horschel, siempre el entretenedor, tomó los comentarios con humor, añadiendo una dosis de autocrítica.
“Grabado ahí para toda la vida. Como dije, no iba a ser bonito. Iba a hacer el ridículo. Pero no es la primera vez y no será la última,” bromeó Horschel.
TGL: Donde el golf se encuentra con el entretenimiento
Las travesuras de Horschel ejemplifican la misión de TGL de inyectar entretenimiento en el golf. La innovadora liga, liderada por Tiger Woods y Rory McIlroy, busca atraer a audiencias más jóvenes y romper con el molde tradicional del deporte. Con su formato dinámico, atmósfera de alta energía y momentos como el baile de Horschel, TGL está creando una nueva identidad para el golf.
¿Qué sigue para Horschel?
Horschel insinuó que los fanáticos pueden esperar más momentos ligeros en el futuro. ¿Su objetivo? Hacer del golf un juego que entretenga tanto como desafíe.
“Deseo que el golf no fuera solo un juego simple. Quiero que tenga estos momentos cómicos, pero al mismo tiempo grandiosos,” dijo Horschel.
A medida que TGL continúa creciendo, actuaciones como la de Horschel aseguran que el golf siga siendo un deporte que no solo respeta la tradición, sino que también abraza la innovación y la diversión.