En una reveladora y conmovedora declaración, la sobrina de Tiger Woods, Cheyenne Woods, relató públicamente la abrumadora batalla que su hija, Maya, luchó con una grave condición de salud que casi la ‘rompe’. La odisea cargada de emociones comenzó al amanecer de 2025 y puso a prueba la resiliencia de la familia hasta su extremo.
Reflexionando sobre el tumultuoso año, Cheyenne confesó: «Las emociones son intensas mientras recuerdo el año que fue. La increíble fortaleza de Maya supera con creces la mía, pero juntas hemos crecido exponencialmente.» A pesar de las dificultades, el sentido de logro y orgullo por lo lejos que han llegado es palpable en sus palabras.
«El año 2024 fue un crisol que casi me destroza, empujándome más allá de mis límites,» reveló Cheyenne. «Sin embargo, prevalecimos. Estoy profundamente agradecida por el crecimiento colectivo que hemos experimentado como familia.» En su conmovedora divulgación, profundiza en los giros y vueltas inesperados del viaje alimenticio de Maya. «La última víspera de Año Nuevo la pasamos en un hospital, ajenos al arduo camino que 2024 desplegaría,» elaboró.
Las inesperadas complicaciones de salud de Maya, un problema respiratorio junto con un reflujo extremo, hicieron que alimentarla fuera una tarea hercúlea, obstaculizando su aumento de peso. A la tierna edad de ocho semanas, la familia se vio obligada a tomar la difícil decisión de recurrir a la alimentación por sonda. Maya dependió completamente de este método durante los siguientes diez meses. Describiendo el torbellino emocional, Cheyenne reveló: «Ella estaba regurgitando más de 15 veces al día, incluso durante la noche—nuestras actividades estaban severamente restringidas, confiniéndonos a una burbuja, saliendo solo para visitas al médico y sesiones de terapia.»
Cheyenne también reconoció el papel fundamental de Dominique Grossman, una terapeuta ocupacional pediátrica de Newborn Flow LLC en Arizona, en su camino. Grossman se especializa en ayudar a bebés que sufren de reflujo alimentario o tensión. «Dominique ha sido un faro de apoyo a lo largo de nuestro viaje con Maya. Su experiencia y pasión por ayudar a madres y bebés han sido invaluables. Estoy profundamente agradecida por su orientación,» expresó Cheyenne.
Sus incansables esfuerzos han dado frutos, ya que Cheyenne exultó: «Maya ha hecho la transición a un G Tube para alimentarse y comenzó a tomar comida oral poco después de su primer cumpleaños. Su arduo trabajo y progreso nos llenan de inmenso orgullo.»
La experiencia tuvo un profundo impacto en Cheyenne como madre. «Como madre, tu deseo más profundo es satisfacer todas las necesidades de tu hijo. Cuando incluso la nutrición básica parece esquiva, es difícil no sentir algo de culpa,» confesó. Sin embargo, la fortaleza de Maya y el apoyo inquebrantable de amigos y familiares la fortalecieron. «Estoy increíblemente agradecida por nuestra familia y amigos que nos apoyaron a lo largo de este viaje,» señaló, enfatizando el papel crítico que desempeñó su apoyo.
La narrativa cruda y sincera de Cheyenne no solo cronica sus luchas, sino que también celebra la resiliencia y el crecimiento de su familia. Su historia es un testimonio de la extraordinaria fuerza y progreso que pueden surgir de los desafíos más difíciles, recordándonos que nunca estamos solos en nuestras luchas. ¿Cuáles son tus pensamientos sobre el viaje de Cheyenne? ¡Comparte tus opiniones en los comentarios a continuación!