La política de código de vestimenta de la LPGA ha sido un tema candente desde su controvertida revisión en 2017. Los cambios en las reglas, que prohibieron blusas de escote bajo, leggings, ropa de entrenamiento y ciertos estilos sin espalda, estaban destinados a mantener las tradiciones de larga data del golf, pero en cambio, provocaron un alboroto entre jugadores y aficionados por igual.
Ahora, años después, el debate sigue en pie. Mientras que algunos argumentan que las reglas mantienen el profesionalismo, otros—como la estrella de las redes sociales y exjugadora profesional Paige Spiranac—creen que están sofocando el crecimiento del golf femenino y alienando a los jugadores más jóvenes.
Paige Spiranac critica a la LPGA por estándares obsoletos
Pocas voces en el golf son tan contundentes como la de Paige Spiranac, la influencer de 31 años y exjugadora profesional de golf que ha construido un imperio al combinar su experiencia en golf con un enfoque audaz y a la moda.
Aunque respeta las tradiciones del golf, Spiranac teme que el código de vestimenta restrictivo de la LPGA pueda perjudicar la capacidad del deporte para atraer a un público más joven y diverso.
«Respeto y entiendo que el golf está envuelto en tradición y que ciertas reglas y regulaciones deben ser mantenidas,» escribió Spiranac.
«Pero como embajadora del golf y defensora del progreso continuo de los derechos de las mujeres y la igualdad en la sociedad, temo que estas nuevas reglas están sofocando el crecimiento del juego femenino.»
Sus preocupaciones son compartidas por muchos que ven el enfoque rígido de la LPGA sobre la vestimenta como una barrera innecesaria, especialmente en un momento en que los deportes femeninos están creciendo en popularidad y las oportunidades de patrocinio se están expandiendo.
Experiencia Personal: El Impacto de los Códigos de Vestimenta en las Jóvenes Golfistas
La frustración de Spiranac con el código de vestimenta de la LPGA no se trata solo de moda—es personal. Reflexionó sobre sus propias luchas como joven golfista, recordando cómo las estrictas pautas de vestimenta la hacían sentir incómoda y cohibida.
«Cuando tenía 13 años, nunca me sentí cómoda con lo que llevaba puesto, lo que me hacía sentir muy cohibida y sin confianza,» admitió.
Para muchas jóvenes golfistas, las regulaciones de la LPGA refuerzan una imagen obsoleta y excluyente del deporte, una que dificulta sentirse bienvenida, segura y empoderada en el campo.
¿La LPGA alguna vez cambiará de rumbo?
A pesar de la continua reacción negativa por parte de jugadores y aficionados, la LPGA no ha mostrado signos de retroceder en la revisión del código de vestimenta de 2017. La organización sigue comprometida con sus estándares tradicionales, incluso cuando otros deportes evolucionan para adoptar estilos modernos y la expresión personal.
La pregunta sigue siendo: ¿La LPGA eventualmente se ajustará a los tiempos cambiantes, o continuará haciendo cumplir un código de vestimenta que muchos ven como una restricción innecesaria en el golf femenino?
Por ahora, Paige Spiranac no tiene intención de conformarse—y tampoco muchos otros que creen que el golf femenino merece un enfoque más progresista.