En un movimiento sorprendente que dejó atónito al mundo del golf, el profesional del tour Ryan McCormick tomó medidas extremas para silenciar a sus demonios internos durante un reciente torneo. Luchando contra pensamientos negativos y un temperamento ardiente en el Korn Ferry Tour, McCormick recurrió a una táctica poco convencional: sellarse la boca con cinta durante el juego.
El golfista de 34 años, sintiendo el peso de una temporada desafiante, decidió amordazarse en un intento desesperado por encontrar la paz interior en el campo. Usando un gran trozo de cinta diseñado para cubrir su boca, McCormick se embarcó en este extraño experimento durante el Club Car Championship en Savannah, Ga.
A pesar de la estrategia poco convencional, McCormick solo pudo lograr un par de 72 en el torneo, quedándose corto de la línea de corte. Reflexionando sobre su decisión, McCormick compartió: “He probado muchas cosas, y simplemente pensé que debía callarme… Me he quedado sin ideas, y pensé en lo de la cinta hace un par de semanas. Desafortunadamente, hoy se redujo a eso.”
El enfoque de la boca sellada levantó cejas no solo por su peculiaridad, sino también por su impacto en la comunicación de McCormick con su caddie. Recurriendo a gestos y notas escritas, el golfista navegó el campo en silencio, reminiscentes de una escena de una película de superhéroes.
Si bien la efectividad de este método extremo sigue siendo incierta, McCormick reconoció la importancia de encontrar una solución a sus luchas en el campo. Con dos cortes fallidos y dos retiradas ya en la temporada, la búsqueda de claridad mental y enfoque del golfista ha tomado protagonismo en su camino hacia el éxito.
A medida que los entusiastas y profesionales del golf observan con anticipación, el resultado del experimento silencioso de McCormick despierta curiosidad e intriga. ¿Marcará este enfoque poco convencional un punto de inflexión en su rendimiento, o es simplemente un truco audaz pero ineficaz en el mundo del golf competitivo? El tiempo lo dirá mientras McCormick continúa navegando por los altibajos del juego profesional, buscando consuelo en medio de la tormenta.