La temporada de golf de 2000 está grabada en la historia como, sin duda, la más excepcional, principalmente debido a la fenomenal actuación de Tiger Woods. Mientras que muchos aplauden su exhibición casi perfecta en Pebble Beach durante el US Open o su impresionante desempeño en St Andrews en The Open, hay un aspecto de su juego ese año que no ha sido tan ampliamente reconocido.
La notable consistencia que Woods demostró, especialmente en los eventos destacados del PGA Tour, es algo que merece más reconocimiento. Sus actuaciones estelares le valieron victorias en el AT&T Pebble Beach Pro-Am, el Bay Hill Invitational y el Memorial. Específicamente, en el Memorial, Woods superó a Ernie Els por una asombrosa diferencia de cinco golpes en Muirfield Village.
El Torneo Memorial de 2000 fue especialmente notable, con Woods mostrando un asombroso impulso hacia la perfección. Comenzó en desventaja, persiguiendo al líder por cinco golpes después de la primera ronda. Pero una ronda fenomenal de 63 el viernes lo catapultó, a sus 24 años, a la cima de la tabla de clasificación. A pesar de esto, la insaciable búsqueda de perfección de Woods lo dejó insatisfecho con su actuación, que estuvo a solo dos golpes de igualar el récord del campo.
Rich Lerner del Golf Channel recordó la extraordinaria dedicación y el impulso de Woods por la perfección. Señaló que después de hacer un 63, Woods, en su interacción con los medios después del juego, pidió a su entrenador, Butch Harmon, que se reuniera con él en el campo de prácticas para más entrenamiento. Este impulso fue evidente en su actuación al día siguiente, cuando hizo un 30 en la parte delantera. Cuando se le preguntó sobre su impresionante golpe de hierro tres desde 245 yardas en un lie en bajada hacia el hoyo siete par cinco, Woods respondió humildemente que había ‘tirado con el talón’ el golpe.
La incansable búsqueda de la perfección por parte de Woods lo llevó a hacer historia en el Memorial Tournament de 2000, convirtiéndose en el primer jugador en defender con éxito el título del Memorial. Pero su racha de récords no se detuvo ahí. Al año siguiente, rompió más récords al convertirse en el primer campeón tres veces del evento. También estableció un nuevo récord para el margen de victoria más grande en 2001, terminando siete golpes por delante de Paul Azinger y Sergio García.
Su legado en el Memorial se consolidó aún más cuando, incluso después de que Kenny Perry igualara su récord de tres victorias en 2008, Woods triunfó en 2009 y 2012, asegurando un total de cinco victorias. Estos récords subrayan el talento excepcional y la dedicación de Woods, convirtiendo la temporada de golf de 2000 en una de las más memorables en la historia del deporte.