Cuando Keegan Bradley fue nombrado capitán del equipo de la Ryder Cup de EE. UU., el mundo del golf se sorprendió. Una elección sorpresiva, Bradley superó a nombres más experimentados y de calibre del Salón de la Fama, generando tanto emoción como escepticismo sobre lo que podría aportar.
Ahora, apenas unos meses en el cargo, aquellos que dudaron de él pueden querer reconsiderar—porque si la pasión, la preparación y la pura voluntad significan algo, Bradley podría ser la elección perfecta para liderar al Equipo USA en Bethpage Black.
Kevin Kisner: «Esta es la única misión de Keegan en la vida»
¿Entre los que ya están impresionados por el enfoque de Bradley? Nadie menos que Kevin Kisner, uno de sus vicecapitanes. Apareciendo en el Fore Play Podcast, Kisner no se contuvo en alabar el compromiso de Bradley con el rol.
**“Lo que más me ha impresionado es lo involucrado que está Keegan Bradley en esto. Esta es como su única misión en la vida—** hacer esto y hacerlo de la manera correcta,” dijo Kisner.
Ese nivel de dedicación es algo que no se ve a menudo tan temprano en un ciclo de Ryder Cup. Mientras que algunos capitanes adoptan un enfoque relajado, Bradley está totalmente comprometido—y está teniendo un impacto.
El Plan Maestro de Bradley Ya Está en Movimiento
Kisner detalló una conversación cara a cara que tuvo con Bradley durante una reciente sesión de práctica, donde el capitán expuso su visión para el Equipo de EE. UU.
“Estamos a ocho meses y este tipo tiene un plan legítimo. Tiene un montón de grandes ideas, es el líder definitivo cuando se trata de llevar el espectáculo. Estoy impresionado con lo bien que lo está haciendo hasta ahora.”
Esa es una fuerte recomendación de alguien que ha estado en las trincheras del golf profesional. La reacción de Kisner sugiere que Bradley no está aquí solo para disfrutar—está aquí para cambiar el juego.
¿Puede Bradley Trasladar Su Energía a la Victoria?
Por supuesto, tener un plan es una cosa—ejecutarlo es otra. La intensidad, el amor por la Ryder Cup y la preparación incansable de Bradley son innegables, pero ¿será eso suficiente para llevar al Equipo de EE. UU. a la victoria en casa?
Una cosa es segura: Keegan Bradley no está esperando—está dejando su huella ahora. Y si su obsesión por hacerlo bien se traduce en el campo, los escépticos podrían pronto comer sus palabras.