Phil Mickelson nunca ha sido de morderse la lengua. Pero cuando sus comentarios sin filtros sobre LIV Golf y Arabia Saudita estallaron en público el año pasado, la reacción fue rápida, brutal e implacable. Una vez favorito de los aficionados y un orgulloso ícono del PGA Tour, Mickelson de repente se encontró en el centro de la guerra civil más controvertida del golf.
Ahora, mientras el polvo se asienta, Mickelson está haciendo lo que puede para reparar las relaciones—pero, ¿es demasiado poco, demasiado tarde?
Comentarios Explosivos de Mickelson: El Momento Que Cambió Todo
Todo comenzó con una entrevista devastadora con el escritor de golf Alan Shipnuck, en la que Mickelson atacó al régimen saudí detrás de LIV Golf. Sus palabras no solo fueron críticas—fueron incendiarias.
«Son unos hijos de **** para involucrarse.»**
Esa sola frase incendió el mundo del golf. Mickelson reconoció los abusos de derechos humanos en Arabia Saudita y cuestionó si asociarse con el controvertido régimen era el movimiento correcto. Sin embargo, en la misma breath, respaldó a LIV Golf como una oportunidad para reformar el PGA Tour, sugiriendo que la liga escindida podría forzar un cambio dentro del establecimiento del golf.
Las consecuencias fueron inmediatas. Los jugadores se distanciaron. Los aficionados se volvieron en su contra. El PGA Tour, que una vez apoyó a Mickelson como una de sus mayores estrellas, de repente se encontró en guerra con una de sus propias leyendas.
El Intento de Mickelson por Controlar el Daño
Al darse cuenta de la tormenta que había desatado, Mickelson emitió una disculpa formal, intentando suavizar el impacto de sus propias palabras.
«Usé palabras que lamento sinceramente y que no reflejan mis verdaderos sentimientos o intenciones. Fue imprudente, ofendí a personas, y lamento profundamente mi elección de palabras.»
El mea culpa de Mickelson fue una increíble reversión, un momento de autorreflexión de un hombre que ha pasado décadas siendo una de las figuras más francas del deporte.
¿Pero fue suficiente?
Una Defensa Sorprendente de LIV Golf
A pesar de sus comentarios controvertidos, Mickelson no se echó atrás en su creencia de que LIV Golf tenía el potencial de cambiar el juego para mejor. Elogió a LIV Golf Investments y su liderazgo, llamándolos “visionarios” y acreditándolos con una pasión por hacer crecer el deporte.
«Las personas específicas con las que he trabajado son visionarias y solo han sido solidarias. Más importante aún, aman el golf con pasión y comparten mi impulso por mejorar el juego.»
La postura de Mickelson—criticando la política detrás de LIV Golf mientras simultáneamente apoyaba su impacto en el modelo de negocio del golf—fue un enfoque audaz, si no contradictorio.
Mientras muchos veían a LIV Golf como una herramienta de lavado deportivo saudí, Mickelson vio una oportunidad—un disruptor que podría desafiar el dominio del PGA Tour sobre el juego. Fue una apuesta de alto riesgo, una que alienó a muchos de sus colegas.
El exilio autoimpuesto de Mickelson: ¿valió la pena?
La reacción forzó a Mickelson a un retiro poco característico. Se fueron sus sonrisas confiadas y sus audaces proclamaciones—Lefty se quedó en silencio. Se retiró del Masters y del Campeonato de la PGA, tomando un exilio autoimpuesto para “priorizar a los que más amo y trabajar en ser el hombre que quiero ser.”
Para un jugador que prosperaba bajo los reflectores, la ausencia de Mickelson fue impactante. Pero incluso después de regresar, estaba claro que ya no era el mismo Phil Mickelson. Su reputación había sufrido un golpe permanente, y el mundo del golf ahora estaba dividido en dos campos—aquellos que aún lo apoyaban y aquellos que lo veían como un traidor.
¿Qué sigue para Mickelson?
Ahora, varios años después de la controversia inicial, la posición de Mickelson en el juego sigue siendo complicada. LIV Golf ha sobrevivido a la tormenta inicial, y Mickelson sigue siendo uno de sus rostros más reconocibles. Pero, ¿ha ganado más de lo que ha perdido?
El PGA Tour sigue siendo el circuito premier del deporte. El Masters, el U.S. Open, el Open Championship—estos son los torneos que definen el legado de un golfista. Mickelson, que alguna vez fue un pilar de estos eventos, ahora se encuentra en un mundo completamente diferente.
Una vez soñó con remodelar el golf. En cambio, puede que haya remodelado su propio legado, alterando permanentemente cómo la historia lo recordará.
¿Valió la pena? Solo el tiempo lo dirá.