El reciente Campeonato Mundial de Golf Dustin Johnson en Myrtle Beach se convirtió en un espectáculo al reunir algunos de los talentos jóvenes más brillantes del mundo del golf. Entre la alineación estelar se encontraban nada menos que el hijo de Tiger Woods, Charlie Woods, y la nieta del presidente Donald Trump, Kai Trump. El evento, que contó con una multitud mixta de 90 chicos y chicas, no decepcionó, ya que los aficionados abarrotaron los greens, especialmente para ver al joven Charlie Woods en acción.
Dennis Schulz, uno de los voluntarios del evento, no pudo contener su anticipación. Notó: «Tenemos a muchos grandes golfistas aquí hoy, chicos y chicas que son futuros profesionales. Pero creo que el principal atractivo es Charlie Woods, el hijo de Tiger. Verlos golpear esos drives largos es un placer.» Sin embargo, el día perteneció a Aarav Shah de Australia, quien después de liderar durante los primeros 36 hoyos, disparó un respetable 73 para reclamar su primera victoria en el circuito juvenil en un tiempo.
A pesar de todo el bombo, no fue el día de Charlie Woods en los greens. Un fuerte regreso en la segunda ronda no fue suficiente para hacer el corte, ya que publicó puntuaciones de 82-77. Kai Trump también se quedó fuera del corte con rondas de 84-77. Pero, al estilo verdadero de Tiger Woods, él estaba allí para levantar el ánimo de su hijo.
Durante un partido reciente en la temporada inaugural de TGL contra Atlanta Drive GC, Tiger Woods se tomó un momento para ver cómo estaba su hijo. Al ver a Charlie disfrutando de unos dedos de pollo, el golfista profesional de 49 años no pudo resistir pedir un bocadillo. Un momento de ligereza, quizás, en medio de la intensa competencia.
Sin embargo, el intento de Tiger de animar a su hijo después del juego reveló una lección crucial que Charlie aún tiene que dominar: la paciencia. Conocido por su paciencia estratégica durante los torneos, Tiger Woods siempre ha utilizado esto como un arma contra sus oponentes. Es un nivel que Charlie debe alcanzar para ser considerado un golfista de primer nivel.
Tiger Woods notó el mal genio de su hijo durante los juegos. Observó: «Su temperamento comienza a afectar el siguiente tiro, luego el siguiente, y simplemente sigue acumulándose.» Para combatir esto, ofreció un consejo sabio: «Necesitas estar 100 por ciento comprometido con el siguiente tiro, sin importar cuán enojado te pongas. Ese tiro tiene que ser lo más importante en tu mundo, incluso más que respirar.»
Las luchas de Charlie Woods resuenan con las de otros golfistas al inicio de sus carreras, como Rory McIlroy y Jordan Spieth. Un video compilado por el canal de YouTube ‘Parker Plays Golf’ destacó estos momentos de frustración durante el campeonato, sumando a las discusiones en torno al joven golfista.
Por ejemplo, la visible decepción de Charlie con su swing en el segundo tiro del hoyo 16 y dejar que su palo de golf se le escapara de las manos en el hoyo 18, subrayaron su frustración. Considerando que su padre, Tiger Woods, es conocido por su calma y enfoque bajo presión, estos incidentes generaron conversaciones.
Pero vale la pena recordar que incluso el gran Tiger Woods ha tenido su parte de frustraciones, a menudo expresadas a través de maldiciones, escupiendo en los greens, o incluso golpeando los palos. ¿Podría esto ser una pista de lo que le espera a Charlie Woods? ¡Comparte tus pensamientos en los comentarios a continuación!