Incluso mientras Rory McIlroy está robando el protagonismo con su victoria en The Players, la conversación sobre el futuro del golf no ha quedado en segundo plano. Las discusiones en curso sobre la relación y el potencial futuro entre LIV Golf y el PGA Tour han sido un punto de conversación significativo, particularmente en TPC Sawgrass.
Durante una pausa inducida por el clima en la ronda final en TPC Sawgrass, el escenario estaba preparado para que los analistas profundizaran en el estado actual del golf. Entre ellos, Paul McGinley, un analista de golf experimentado, aprovechó la oportunidad para compartir sus ideas sobre las transformaciones necesarias que el PGA Tour necesita llevar a cabo en los próximos años.
En su análisis en profundidad, McGinley enfatizó la necesidad de un ‘cambio sísmico’ en la forma en que opera el PGA Tour. Destacó que, aunque ser una organización de miembros fue beneficioso en el pasado, la era moderna de contratos de miles de millones de dólares y derechos de medios requiere un cambio de esta estructura.
Desde la perspectiva de McGinley, la necesidad del momento es transitar de comerciantes independientes, donde los jugadores tienen la autonomía para seleccionar los torneos en los que participan, hacia un modelo más orientado a los negocios. Subrayó que para que el PGA Tour compita con otras grandes organizaciones deportivas como la NBA, la NFL y el fútbol, la administración necesita ejercer un mayor control sobre los jugadores y el juego.
Añadiendo combustible a este argumento, McGinley sugirió que el PGA Tour podría tomar una página del libro de LIV Golf, particularmente en términos de patrocinio y pagos a jugadores. Aclaró que su sugerencia no implicaba reducir los pagos a los jugadores, sino reestructurarlos. Esto, cree, proporcionaría un modelo de negocio más sólido para el golf, con la administración teniendo más control sobre la participación y los patrocinios de los jugadores.
Moving further in his discourse, McGinley pointed out that golf, as a sport, is not as global as it should be. He emphasized the need for top players, especially Americans, to participate in tournaments outside of America. He made a case for the participation of players like Scottie Scheffler, Collin Morikawa, and Xander Schauffele in European Tour events, highlighting that the current scenario does not bode well for the global growth of the game.
In view of these substantial changes, the golfing world is anticipating a significant shift. With Donald Trump now involved in negotiations, the prospect of a significant change in the landscape of golf seems more plausible than ever. However, as of now, the PGA Tour appears to be steadfast in its business model, showing no signs of deviating from its established path.
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Moviéndose más allá en su discurso, McGinley señaló que el golf, como deporte, no es tan global como debería ser. Enfatizó la necesidad de que los mejores jugadores, especialmente los estadounidenses, participen en torneos fuera de América. Hizo un llamado a la participación de jugadores como Scottie Scheffler, Collin Morikawa y Xander Schauffele en eventos del European Tour, destacando que el escenario actual no augura bien para el crecimiento global del juego.
En vista de estos cambios sustanciales, el mundo del golf anticipa un cambio significativo. Con Donald Trump ahora involucrado en las negociaciones, la perspectiva de un cambio importante en el panorama del golf parece más plausible que nunca. Sin embargo, hasta ahora, el PGA Tour parece estar firme en su modelo de negocio, sin mostrar signos de desviarse de su camino establecido.