En el mundo de alto riesgo del golf profesional, la presión era palpable mientras JJ Spaun se enfrentaba a Rory McIlroy en un emocionante desempate de tres hoyos en el Campeonato de los Jugadores en TPC Sawgrass. Ambos golfistas habían registrado un total idéntico de 72 hoyos, pero McIlroy demostró su temple bajo presión, recordando a los espectadores por qué es un ganador de cuatro majors. Spaun, a pesar de ofrecer una lucha valiente, flaqueó en el icónico hoyo 17, un giro de los acontecimientos que resultó decisivo.
McIlroy, después de una mañana afinando su hierra 9, entregó un golpe impecable directamente en el green. En contraste, la estrategia de Spaun de jugar a lo seguro al usar un palo más largo resultó contraproducente, ya que su bola voló sobre el green, sumergiéndolo en un predicamento. Este error resultó en un triple bogey para Spaun, y aunque McIlroy luchó con un tres putts, el norirlandés mantuvo una ventaja de tres golpes al entrar en el hoyo 18.
En el climático hoyo final, McIlroy aseguró su segundo título de los Jugadores, reafirmando su dominio en el juego. Reflexionando sobre su error inesperado, Spaun se mantuvo firme, defendiendo su elección de palo e insistiendo en que no se había dejado influir por la decisión de McIlroy. Estaba seguro de su enfoque, habiendo practicado con hierros 8 durante toda la mañana.
La entrevista posterior al partido de Spaun en el Fore Play Podcast Plus arrojó luz sobre su proceso de pensamiento. Destacó el papel del clima en la física del golf, explicando cómo la temperatura más fría, un marcado contraste con los días anteriores de 75-80 grados, hace que la bola viaje una distancia más corta y gire menos.
Firme en su decisión, Spaun elaboró sobre su estrategia: “Literalmente estaba golpeando hierros 8 a 128 yardas contra el viento, llevando perfecto, y la bandera estaba a 130.” A pesar del juego previo de McIlroy, Spaun enfatizó que su decisión se basó únicamente en su propia evaluación y comprensión de la situación.
Sin embargo, el resultado fue decepcionante ya que su tiro voló más alto de lo previsto. Si bien reconoció la destreza de McIlroy, Spaun se mantuvo firme en su enfoque, lanzando un dardo a los críticos: “Es como si no supieras nada.» Señaló la diferencia significativa en las condiciones en el hoyo 17, lo que llevó a que su tiro estuviera ligeramente desviado. A pesar de eso, Spaun insistió: “Golpeé mi ventana, golpeé el número que quería, y simplemente fue, supongo, el palo equivocado. Pero no diría que fue el palo equivocado, solo fue el tiro equivocado.”
La mala suerte de Spaun en el hoyo 17 destaca la naturaleza caprichosa del golf, añadiendo su nombre a una lista creciente de desvalidos como Sean O’Hair, Paul Goydos y Len Mattiace que han sido frustrados por el notorio green isla.
Haciendo eco del sentimiento de Spaun, McIlroy atribuyó el fallo en el hoyo 17 a pura mala suerte. Se solidarizó con Spaun, diciendo: “Me siento realmente mal por JJ. Hizo un gran tiro en el 17, pero simplemente pasó directo a través del viento.” A pesar del contratiempo, Spaun se mantuvo optimista, afirmando que era «difícil no sentirse desanimado,» pero estaba contento de haber llegado al playoff.
La victoria de McIlroy fue histórica, convirtiéndolo en el primer europeo en ganar el evento más de una vez. Sin embargo, la resiliencia de Spaun frente a la derrota fue igualmente notable. Al reflexionar sobre la actuación de McIlroy en el playoff y la actitud de Spaun tras la derrota, nos recuerda la naturaleza impredecible y emocionante del juego.