La llegada de TGL—la ambiciosa liga de golf impulsada por la tecnología de Tiger Woods y Rory McIlroy—provocó un gran impacto en el deporte, generando expectación con su formato de alta energía y enfrentamientos estelares. Pero aunque las calificaciones de televisión y las reacciones en redes sociales sugieren éxito, no todos los golfistas están subiendo al tren de la emoción, incluyendo a Scottie Scheffler, el número 1 del mundo.
Antes del AT&T Pebble Beach Pro-Am, Scheffler fue preguntado sobre el impacto de TGL—y su respuesta fue menos que entusiasta.
“No he visto mucho de eso,” admitió Scheffler. “Lo vi un poco—estaba entrenando en el tráiler anoche y estaba encendido.”
A pesar de ser uno de los nombres más grandes del golf, Scheffler reveló que apenas ha prestado atención a la liga, solo viendo unos pocos minutos mientras ponía a su bebé a dormir.
“Vi como cinco minutos del primero una noche. Encendí ESPN, estaba meciendo a Bennett para que se durmiera tarde en la noche, y vi bastante.”
¿Ve Scheffler el potencial de TGL?
Mientras que Scheffler no es un espectador ávido, él reconoce la energía de la liga y su potencial para hacer crecer el deporte.
“Creo que es un proyecto interesante que aporta energía adicional al golf. Definitivamente podría generar más interés de personas que no han seguido el juego antes.”
Pero, en última instancia, el jugador de 28 años está completamente enfocado en su propia carrera. Con los títulos importantes en mente, Scheffler no se deja distraer por el espectáculo de TGL, incluso si el resto del mundo del golf lo está.
El Lanzamiento Explosivo de TGL—¿Pero Mantendrá Comprometidos a las Estrellas Más Grandes del Golf?
Con Tiger Woods, Rory McIlroy y otros jugadores de élite liderando la carga, TGL ha atraído una atención masiva, pero el hecho de que el actual número 1 del golf no esté completamente invertido plantea una pregunta importante:
¿Es TGL realmente el futuro del golf, o solo un espectáculo entretenido?
Por ahora, Scheffler no está convencido, pero si la liga sigue causando revuelo, incluso el número 1 del mundo podría tener que empezar a prestar atención.