Un Asalto Repentino en el Bronx
Nestor Cortés Jr. regresó al Bronx como miembro de los Milwaukee Brewers, enfrentándose a una recepción hostil por parte de una multitud de Yankees que aún estaba atormentada por recuerdos de pasadas Series Mundiales. Su aparición anterior en un decisivo Juego 1 le había costado caro a los Yankees, y su regreso encendió desafíos inmediatos en el montículo.
Barrage Histórica en la Primera Entrada
La tensión era palpable desde el primer lanzamiento. El primera base Paul Goldschmidt lanzó la entrega inicial de Cortés a 413 pies hacia el jardín izquierdo-central, marcando el tono con un jonrón inicial. Inmediatamente, en el siguiente lanzamiento, Cody Bellinger siguió el ejemplo con un potente batazo hacia el jardín derecho-central. La ofensiva continuó cuando Aaron Judge no tardó en enviar su primer lanzamiento por encima de la cerca. Tres jonrones consecutivos en tres lanzamientos iniciales marcaron un momento histórico y crearon una ventaja temprana de 3–0 para los Yankees.
Una Entrada Récord y Presión Creciente
Poco después del explosivo inicio, Cortés logró registrar dos outs. Sin embargo, el impulso no cambió cuando el receptor Austin Wells agregó otro jonrón hacia el jardín izquierdo-central, proporcionando a la primera entrada la marca sin precedentes de cuatro jonrones. Cortés luego otorgó dos bases por bolas antes de lograr escapar del caos que siguió. En el siguiente episodio, Anthony Volpe amplió la ventaja con un profundo batazo de tres carreras que complicó aún más el desafío para el veterano lanzador zurdo.
Eco de Demonios Pasados
El tiempo de Cortés con los Yankees dejó una marca indeleble, destacada notablemente por un jonrón de «walk-off» concedido durante una Serie de Otoño. Ese momento, grabado en la memoria de los fanáticos de los Yankees y del propio lanzador, ahora contrasta marcadamente con el asalto que enfrentó como Brewer en su regreso al Bronx. Mientras Nueva York actualmente sostiene una ventaja de 7–3, la exhibición histórica de la primera entrada refuerza una narrativa de redención y el peso siempre presente del rendimiento pasado en cada salida.