Decisión sobre el Contrato y Expectativas
El equipo firmó a Javier Baez con un contrato de seis años y 140 millones de dólares, con grandes esperanzas de convertirlo en el campocorto titular y un catalizador ofensivo clave. La decisión se basó en su impresionante actuación antes de unirse al equipo, cuando produjo números sólidos en un breve período que insinuaba su potencial. Sin embargo, el entusiasmo rápidamente dio paso a la preocupación, ya que las expectativas de rendimiento no se cumplieron.
Métricas de Rendimiento en Declive
El rendimiento estadístico de Baez ha ido en declive constante desde la firma. Sus números de OPS+ han caído de 91 en una temporada a 63 el año siguiente y se han desplomado aún más a 46 en la campaña más reciente. Una temporada marcada por luchas significativas resultó en un bWAR negativo, agravado por una cirugía de cadera que puso fin a su temporada. Con una porción sustancial de su contrato aún por cumplir, sus dificultades han impuesto una pesada carga sobre la nómina del equipo y la estrategia general.
Reflexiones Internas e Impacto Organizacional
El antiguo liderazgo del equipo admitió que había señales de advertencia tempranas, incluyendo problemas con su swing y una tendencia a fallar de manera consistente. A pesar de demostrar la capacidad de producir a un alto nivel durante un corto período en otra liga, otros indicadores de rendimiento, como malas proporciones de bases por bolas a ponches y altas tasas de strikes fallidos, apuntaban a una posible regresión. Esta falta de atención no solo ha empañado las perspectivas inmediatas de éxito, sino que también ha complicado los movimientos en la agencia libre, afectando los planes más amplios del equipo para asegurar talento de primer nivel. El error en la gestión y el juicio continúa moldeando los desafíos presentes de la organización, sirviendo como una lección de advertencia sobre las consecuencias de pasar por alto las señales de alerta de rendimiento.