Movimientos en la Temporada Muerta y Bajo Rendimiento
Los Mariners buscaron fortalecer su ofensiva con adquisiciones importantes, apuntando al infielder Jorge Polanco y al bateador designado Mitch Garver. Las expectativas eran altas para ambas contrataciones; sin embargo, la realidad presentó una historia diferente, ya que ninguno de los dos jugadores rindió al nivel anticipado durante la pasada temporada.
Luchas en el Campo y Contratiempos por Lesiones
Polanco concluyó la temporada con un promedio de bateo de .213, junto a 16 jonrones y 45 carreras impulsadas, mientras lidiaba con una lesión persistente en la rodilla que obstaculizaba su progreso. Garver experimentó aún más dificultades, registrando un promedio de .172 con 15 jonrones y 51 carreras impulsadas, lo que resultó en la pérdida de su rol principal como bateador designado y su descenso a receptor suplente.
Adaptándose a un Entorno Difícil
La transición al T-Mobile Park ha demostrado ser un desafío, ya que el estadio es conocido por sus difíciles condiciones para batear. Ambos jugadores enfrentaron obstáculos adicionales al adaptarse a un nuevo entorno caracterizado por compañeros de equipo desconocidos y una presión aumentada para justificar sus intercambios y contratos.
Optimismo por un Año de Recuperación
A medida que la temporada avanza hacia su segundo año para estos jugadores, hay un optimismo cauteloso de que factores como una mayor comodidad, relaciones establecidas y una mejor comprensión del estadio permitirán que Polanco y Garver contribuyan de manera más efectiva. Una mejor familiaridad con el entorno y la reducción de las presiones de adaptación pueden allanar el camino para una producción ofensiva más productiva, ofreciendo a los Mariners un renovado sentido de confianza de cara al futuro.