Una Era Prometedora Bajo Borrego
Después de una sólida temporada de 43 victorias que impulsó al equipo a un puesto en el play-in, la decisión de despedir a James Borrego tras la campaña 2021-22 ahora se ve como un punto de inflexión. Bajo su liderazgo, el equipo mejoró constantemente año tras año, y aunque el éxito nunca fue abrumador, el progreso gradual que logró contrastó marcadamente con las luchas posteriores. La oportunidad de construir sobre una base competitiva estaba presente, creando una sensación de que el equipo podría haber alcanzado un punto de inflexión antes de que las cosas comenzaran a desmoronarse.
La Oportunidad Perdida con Atkinson
El plan de contratar a un entrenador con un historial comprobado, uno que había transformado a un equipo en un nivel de competitividad similar, inicialmente prometía inaugurar una nueva era de éxito. Se llegó a un acuerdo con un entrenador reconocido por elevar a un equipo de un récord sólido a un rendimiento de élite, sugiriendo el potencial de una mejora rápida con la misma plantilla. Sin embargo, después de aceptar tomar el mando, regresó a un rol anterior, dejando al equipo sin un líder que podría haber cambiado el rumbo establecido por la salida de Borrego.
Una Espiral de Cambios de Entrenadores y Soluciones a Corto Plazo
A raíz de la prometedora oportunidad que se desvanecía, la búsqueda de estabilidad llevó a la recontratación de un entrenador para un segundo mandato. Esta decisión resultó en dos temporadas que no lograron recuperar el impulso anterior, ya que los totales de victorias del equipo cayeron significativamente. El posterior nombramiento de un nuevo entrenador significó que, aunque algunos aspectos del juego del equipo insinuaban competitividad, el rendimiento general se mantuvo muy por debajo de las expectativas. Un récord que marcó solo 18 victorias, agravado por una serie de juegos desafiantes y lesiones persistentes, ha proyectado una larga sombra sobre el esfuerzo por reconstruir la confianza y el éxito.
Reflexionando sobre el Punto de Inflexión
Al evaluar la significativa caída en la fortuna del equipo, la cronología apunta al momento en que Borrego se fue. Su capacidad para mantener al equipo competitivo y avanzando de manera constante sentó las bases para lo que podría haber sido un período sostenido de crecimiento. La pregunta que persiste es si avanzar sin Borrego eliminó una posible fuerza estabilizadora—una decisión que, en retrospectiva, parece haber alterado la trayectoria de toda la organización.