Antecedentes y Disputa de Propiedad
La venta prevista de los Minnesota Timberwolves y Lynx ha estado envuelta en retrasos y maniobras legales. Se llegó a un acuerdo en 2021 para que Marc Lore y Alex Rodríguez adquirieran los equipos por $1.5 mil millones. Sin embargo, el proceso se estancó cuando el propietario de larga data, Glen Taylor, canceló abruptamente el trato, citando un plazo perdido, una afirmación que Lore y Rodríguez han negado de manera consistente.
Decisión de Arbitraje y Consideraciones de Apelación
La disputa se trasladó a arbitraje, donde un panel falló a favor de Lore y Rodríguez a mediados de febrero. Esta decisión permitió que el dúo continuara con su camino hacia la obtención de la propiedad mayoritaria de la franquicia. A pesar del fallo, Taylor mantiene el control de los equipos hasta que se finalice la venta, un paso que depende de obtener la aprobación de 23 de los 30 miembros de la Junta de Gobernadores de la NBA. El comisionado de la NBA, Adam Silver, confirmó que Taylor aún tiene el derecho de apelar y está evaluando sus opciones, incluidas discusiones directas con Lore y Rodríguez.
Pasos Finales y Perspectivas Futuras
Para que la venta se complete, deben cumplirse todos los requisitos regulatorios y procedimentales pendientes. La posible apelación de Taylor, si se persigue, tendría que impugnar el fallo de arbitraje en un tribunal federal, una perspectiva difícil que requeriría probar errores significativos en el proceso de toma de decisiones del panel. La mayoría de las indicaciones sugieren que es poco probable que se presente una apelación impugnando el fallo. La etapa final de este proceso concluirá una vez que se obtengan las aprobaciones necesarias y se satisfagan las condiciones restantes para la transferencia de propiedad.
Conclusión
El camino hacia una nueva era para los Timberwolves y Lynx ha sido largo y complejo. Con el fallo de arbitraje firmemente a favor de Lore y Rodriguez, la atención ahora se centra en satisfacer los requisitos legales y procedimentales finales. Las decisiones pendientes y las aprobaciones regulatorias determinarán en última instancia cuándo el control de las franquicias cambiará de manos de manera formal.