En la previa del crucial partido de cuartos de final del Peach Bowl College Football Playoff del miércoles, el mariscal de campo de Texas, Quinn Ewers, ha mantenido su compostura ante algunos intercambios verbales con su homólogo de Arizona State, Sam Leavitt. Mientras Leavitt declaró abiertamente su intención de demostrar que es el mariscal de campo superior, Ewers ha optado por un enfoque más frío y medido.
“Lo vi y, ya sabes, solo felicidades para ellos por una gran temporada,” dijo Ewers en el día de medios del lunes. “Es un jugador talentoso y su ofensiva es divertida de ver. Estoy emocionado de enfrentarme a ellos.”
Eso es clásico en Ewers: dejar que el marcador hable por sí mismo.
Ewers: La Calma en Medio de la Tormenta
Ewers ya ha enfrentado desafíos significativos esta temporada, desde llevar a los Longhorns a un récord de 12-2 en la ultra competitiva SEC hasta silenciar las especulaciones sobre su puesto como titular. Incluso cuando estuvo fuera por lesión, nunca perdió el control del equipo, rechazando rumores que anunciaban que el suplente Arch Manning podría desbancarlo.
Con 2,867 yardas de pase y 26 touchdowns en su haber esta temporada, Ewers sigue siendo el corazón de las aspiraciones de campeonato de Texas. Su confianza silenciosa y su capacidad para sobresalir bajo presión marcan el tono para un equipo de Longhorns que busca continuar su impresionante carrera en los playoffs.
El fuego de Leavitt: combustible para el desvalido
Mientras tanto, Leavitt de Arizona State no se aleja del foco de atención. Los Sun Devils, considerados desvalidos por dos touchdowns, han abrazado el papel de estropeadores, con Leavitt liderando la carga. “La gente sigue descartándome desde el primer día, y voy a demostrar por qué soy el mejor mariscal de campo”, dijo, preparando el escenario para un duelo intrigante.
La confianza de Leavitt refleja el viaje de cuento de hadas de Arizona State hacia los playoffs, pero los Sun Devils enfrentan un desafío monumental al intentar derribar las unidades ofensivas y defensivas equilibradas de Texas.
Manning: El as en la manga
Mientras Ewers dirige la ofensiva, Arch Manning se cierne silenciosamente como el arma secreta de Texas. El mariscal de campo de primer año, que se destacó durante la lesión de Ewers a principios de esta temporada, ha mostrado destellos de brillantez tanto como pasador como corredor. A pesar de su acción limitada en los últimos partidos, la versatilidad de Manning podría proporcionar una ventaja para Texas en momentos críticos.
“Sabes, creo que eso es algo que tenemos en nuestra manga que podemos usar y aprovechar”, dijo el entrenador de mariscales de campo de Texas, AJ Milwee, insinuando formas creativas de desplegar a Manning.
Para Manning, el año ha sido uno de ajuste y crecimiento. “Definitivamente es un ajuste. Nadie quiere no jugar”, admitió Manning. “Pero haré todo lo que pueda para ayudar al equipo a ganar, ya sea jugando o no, eso es lo que voy a hacer.”
Lo que está en juego
Con los cuartos de final del Peach Bowl sirviendo como una puerta de entrada a las semifinales del College Football Playoff, ambos mariscales de campo tienen todo por demostrar. Ewers busca continuar su temporada estelar y consolidar su lugar como líder de Texas, mientras que Leavitt espera reescribir la narrativa del desvalido para Arizona State. Y en las alas, Manning espera pacientemente, listo para dejar su huella si surge la oportunidad.
Para los Longhorns, las apuestas no podrían ser más altas—y tampoco la anticipación por lo que promete ser un enfrentamiento emocionante en Atlanta.