Los Cincinnati Bengals hicieron olas en la temporada baja, firmando al estrella tackle ofensivo Orlando Brown Jr. con un lucrativo contrato de $64 millones. Conocido por su dominio en la línea ofensiva, la llegada de Brown tenía como objetivo solidificar la protección de los Bengals para el mariscal de campo Joe Burrow y fortalecer las aspiraciones del equipo para los playoffs. Pero mientras los Bengals se encuentran con un récord de 6-8 y solo quedan tres juegos, surgen preguntas sobre si el impacto de Brown puede impulsarlos hacia la redención en la postemporada.
Un legado de determinación y propósito
El viaje de Orlando Brown Jr. hacia la estrellato en la NFL ha sido impulsado por la resiliencia y un sentido inquebrantable de propósito. Hijo del ex-tackle de la NFL Orlando Brown Sr., quien falleció trágicamente en 2011 debido a cetoacidosis diabética, Brown lleva el legado de su padre con orgullo. La conexión de su familia con la defensa de la diabetes es profundamente personal, ya que el hermano menor de Brown vive con diabetes tipo 1. Como embajador de Breakthrough T1D, utiliza su plataforma para crear conciencia y apoyar a otros que enfrentan esta condición.
Este enfoque dual en la familia y el fútbol define la identidad de Brown, inspirando a sus compañeros de equipo y a los aficionados por igual. “Juego por algo más grande que yo mismo,” dijo Brown en una reciente entrevista, reflexionando sobre la motivación que impulsa su incansable ética de trabajo.
Desglosando el contrato de $64 millones
El contrato de Brown con los Bengals es un testimonio de su valor como uno de los mejores linieros ofensivos de la liga. El acuerdo de cuatro años y $64 millones incluye un asombroso bono por firmar de $31.1 millones, completamente garantizado, y un salario promedio anual de $16.02 millones. En 2024, se espera que gane $4.5 millones en salario base, con bonificaciones adicionales por estado en la plantilla ($3 millones) y entrenamientos ($375,000). Su impacto en el tope salarial de $16.4 millones lo convierte en el 17º liniero ofensivo mejor pagado de la NFL.
Si bien los números subrayan la confianza de Cincinnati en Brown, el movimiento también marcó un cambio significativo en su carrera. Dejar a los Kansas City Chiefs, donde fue una parte clave de dos temporadas de Pro Bowl y un equipo ganador del Super Bowl, fue un riesgo. Sin embargo, Brown aceptó el desafío de anclar la línea ofensiva de Cincinnati, creyendo en el potencial del mariscal de campo Joe Burrow y la visión del equipo para el futuro.
¿Puede Brown rendir bajo presión?
Hasta ahora, Brown ha estado a la altura de las expectativas como un pilar en la línea ofensiva de los Bengals. Clasificado 12º en protección de pase por Pro Football Focus, ha permitido una tasa de presión de solo 3.5%, liderando a todos los linieros en la liga. Sin embargo, las lesiones han puesto a prueba su durabilidad, con un reciente problema en el peroné que lo ha dejado fuera en momentos críticos.
Con las esperanzas de playoffs de los Bengals pendiendo de un hilo, el regreso de Brown al campo podría ser fundamental. Su capacidad para proteger el lado ciego de Burrow y proporcionar estabilidad en la línea será crucial si Cincinnati quiere hacer un empuje en la recta final de la temporada. Las luchas ofensivas del equipo han subrayado la importancia de la presencia de Brown, y su liderazgo se ha convertido en un punto de unión para el vestuario de los Bengals.
Un final de temporada de alto riesgo
Para Brown y los Bengals, las apuestas no podrían ser más altas. Si bien el récord del equipo puede no reflejar sus altas expectativas, el potencial para un cambio en los playoffs sigue vivo. Si Brown puede anclar esa remontada y justificar su inversión de $64 millones, moldeará tanto su legado como el futuro de Cincinnati.